Caroline Jamet asumirá oficialmente la presidencia de Cogeco Media el 3 de febrero, sucediendo a Caroline Paquet en un contexto cuanto menos tormentoso.
Ex ejecutiva de Radio-Canada y La Presse, su llegada ya es percibida por muchos como la continuidad de un sistema cerrado a menudo descrito como un “Country Club”.
Apenas nombrada jefa de la Cogeco, ya se encuentra en problemas.
Sus vínculos con La Presse, un medio a menudo percibido como un bastión del elitismo y el amiguismo mediático, generan preocupación en un contexto en el que Cogeco es criticado por su cultura muy unida, descrita como un “Country Club”.
El ascenso de Caroline Jamet es parte de una continuidad que alimenta las críticas. Éric Trottier, ex ejecutivo de La Presse, ocupa puestos clave en Cogeco Media, en particular como director de contenidos e información digitales.
Su influencia, combinada con la de figuras como Philippe Cantin y Patrick Lagacé, ambos también de La Presse, transformó 98.5 FM en una fortaleza editorial donde la diversidad de opiniones se convirtió en una rareza.
Al aceptar este nombramiento, Jamet hereda un sistema marcado por decisiones controvertidas y luchas internas de poder.
Sus funciones anteriores en La Presse, donde lideró ambiciosas transformaciones digitales, no son suficientes para tranquilizar a quienes ven una continuidad problemática.
Caroline Jamet tendrá que navegar en un entorno marcado por las crisis recientes. La suspensión de Jeremy Filosa, periodista apreciado por su independencia, se considera un síntoma de un sistema en el que se reprimen las opiniones divergentes.
Este incidente reforzó la percepción de control excesivo ejercido por el trío Trottier-Cantin-Lagacé, una red donde los vínculos personales a veces parecen primar sobre los intereses empresariales.
El nombramiento de Jamet, lejos de ser recibido como un soplo de aire fresco, ha reavivado las preocupaciones sobre la capacidad de Cogeco para renovarse.
Su pasado en La Presse, aunque respetable, simboliza para muchos la incapacidad de romper el círculo cerrado que actualmente domina el panorama mediático de Quebec.
Caroline Jamet tendrá que demostrar rápidamente que es capaz de restablecer la pluralidad de voces en el seno de Cogeco y de poner fin a los abusos observados en la 98.5 FM.
Sin embargo, esto requerirá una confrontación directa con las figuras dominantes de la empresa, en particular Éric Trottier, cuyo papel central en la estrategia editorial de la emisora ha sido criticado repetidamente.
Lo que está en juego es inmenso: Cogeco Media, alguna vez reconocida por su credibilidad y diversidad, ha visto su reputación colapsar bajo el peso de los escándalos.
Los despidos de figuras populares como MC Gilles y Pierre-Yves McSween, sin olvidar el despido implacable de Patricia Paquin para sustituirla por Maripier Morin (Rythme FM), pusieron de manifiesto un entorno en el que la libertad de expresión parece sacrificarse en beneficio de las ambiciones personales. y controlar la dinámica.
El pasado de Jamet en La Presse plantea una pregunta central: ¿podrá distanciarse de las prácticas heredadas de este antiguo empleador?
La Presse ha sido criticada a menudo por sus alianzas internas y su elitismo. Estas críticas resuenan especialmente en Cogeco, donde la influencia de los antiguos directivos de La Presse es omnipresente.
El hecho de que Jamet colaborara estrechamente con figuras como Éric Trottier refuerza la percepción de que podría ser vista como una extensión de este sistema.
A menos que haya un cambio radical en su enfoque, se corre el riesgo de consolidar esta imagen, alimentando aún más la desconfianza del público y de los empleados.
Caroline Jamet tiene ante ella una oportunidad única: la de transformar Cogeco en un medio de comunicación abierto y diversificado, capaz de reconectar con sus valores fundamentales.
Sin embargo, para lograrlo tendrá que romper con prácticas pasadas y enfrentarse frontalmente a los juegos de poder que están socavando a la empresa.
Si fracasa, su presidencia podría marcar un punto de no retorno para Cogeco, una empresa ya debilitada por las salidas de figuras clave y una pérdida general de confianza.
Por el contrario, si logra imponer una visión independiente y moderna, podría convertirse en la figura decorativa de una necesaria renovación mediática en Quebec.
El público y los empleados esperan respuestas claras: ¿será Caroline Jamet la presidenta que rompa el ciclo de controversias y devuelva a Cogeco su lugar como líder de los medios de comunicación, o permanecerá encerrada en la dinámica heredada de La Presse y del “País”? Club”?
La tarea es inmensa y el tiempo está en contra.
Sólo el futuro dirá si Caroline Jamet será capaz de afrontar estos desafíos o si, a su vez, se verá arrastrada por la espiral de crisis que sacude a Cogeco.
El cargo de presidenta de Cogeco Media está vacante desde la apresurada salida de Caroline Paquet, destituida a finales de agosto en un contexto delicado.
La apresurada salida de Paquet, anunciada en agosto pasado, reflejó las crecientes tensiones dentro de la empresa.
Incapaz de contener las rivalidades internas e imponerse a las figuras dominantes, su salida dejó un vacío que Jamet tendrá que llenar.
Inicialmente, se anunció como sucesor a Martin Spalding, ex miembro de Bell Media. Sin embargo, esta elección fue rápidamente revocada después de que se revelaran acusaciones de sexismo y acoso psicológico contra los empleados.
Este cambio de rumbo ensombreció el proceso de selección, dando la impresión de que Cogeco Media buscaba más apagar incendios que seguir una estrategia clara para estabilizar su liderazgo.
Por ello, muchos perciben la llegada de Caroline Jamet a este puesto como un intento de mejorar la imagen de la empresa.
Caroline Jamet toma las riendas de Cogeco en un momento en el que la industria de la radio privada se enfrenta a grandes desafíos.
La caída de los ingresos publicitarios y la disminución de la escucha en directo, puestas de relieve por los datos de Numeris, están debilitando el modelo económico del grupo.
98.5 FM, pilar de la red Cogeco Media, perdió cuota de mercado el pasado otoño tras la marcha de Paul Arcand, su presentador estrella.
Este descenso refleja la dificultad de la emisora para mantener su estatus de líder en un panorama mediático en constante evolución.
Jamet también tendrá que responder al auge de las plataformas digitales y los podcasts, un sector en el que Radio-Canada, bajo su liderazgo, ha podido tener buenos resultados con iniciativas como OHdio.
Sin embargo, en Cogeco estas transiciones digitales son aún tímidas y el retraso acumulado podría complicar la tarea del nuevo presidente.
Caroline Jamet asume el cargo en un entorno en el que cada decisión será analizada. Si no logra lograr un cambio real, se corre el riesgo de reforzar la imagen de Cogeco Media cerrada, elitista y obsoleta.
Por otro lado, si logra cambiar las cosas, podría marcar un punto de inflexión en la historia de la empresa y convertirse en una salvadora del renacimiento mediático de Quebec.
Sólo el tiempo dirá si podrá navegar por estas aguas turbulentas o si será arrastrada por las corrientes que ya descarrilaron a sus predecesores.
Por ahora, Caroline Jamet parece más que nunca en el centro de atención, mientras la industria de los medios de Quebec espera sus primeros pasos.
98.5 FM atraviesa una crisis identitaria y estructural.
Los desafíos son numerosos. No sólo tendrá que restaurar la confianza del público en Cogeco, sino también gestionar las tensiones internas que han quebrantado a la empresa.
Si se reconocen sus habilidades en transformación y estrategia digital, su integración en un entorno dominado por figuras tan influyentes como Trottier, Cantin y Lagacé corre el riesgo de limitar su margen de maniobra.
Esto requerirá un cuestionamiento de las estructuras actuales y una postura firme contra los juegos de poder que aquejan a la empresa.
Sin un cambio significativo, Cogeco corre el riesgo de hundirse aún más en una espiral de crisis, perdiendo gradualmente su audiencia y credibilidad.
Jamet se encuentra en una encrucijada: ¿se convertirá en la arquitecta de una renovación o en la simple continuación de un sistema fallido?
Las apuestas están en marcha.