Apenas tres semanas después del final de este famoso reality show, varios candidatos denunciaron las condiciones de rodaje y presentaron una denuncia contra la producción.
Los reality shows, que han aparecido en la pantalla chica desde principios de los años 2000, han multiplicado los conceptos y ahora han llegado muy lejos en el voyeurismo e incluso en el trash para atraer a los espectadores. Apenas tres semanas después de su epílogo, uno de ellos, basado en la rivalidad de varias seductoras por conquistar a un hombre de mediana edad con un rotundo éxito profesional y económico, es objeto de la denuncia de varios candidatos.
Los querellantes citan condiciones de rodaje difíciles y una remuneración demasiado baja por días, a veces el doble de lo previsto en el contrato firmado con la producción. Porque para participar, todas las seductoras firmaron un contrato de duración determinada que preveía 8 horas de trabajo al día. Sólo que “algunos días podían trabajar dieciocho horas juntos”, indica la abogada de los demandantes, Tilia Bopp, que lleva su caso ante el tribunal laboral, según reveló Télérama esta semana.
La transmisión dirigida es la soltero doradoemitido por M6 en septiembre. En él aparecía Landry, un atractivo hombre soltero de 60 años, rodeado de una veintena de pretendientes de entre 40 y 65 años. Después de varias semanas llenas de emociones y idas y venidas, finalmente fue la española Raquel la que Landry eligió durante la gran final transmitida el 2 de octubre. Pero la pareja se separó rápidamente… Al igual que Béatrice, Catherine y Mariella, las cuatro demandantes, y la producción del juego, a cargo de Warner Bros International Television Production France.
Además del doble horario y de una remuneración “lejos de la realidad”, denuncian condiciones de trabajo a veces muy limitadas. “Durante un mes estuvimos completamente aislados, comíamos en nuestras habitaciones, sin televisión ni radio, totalmente aislados del mundo”, aseguró Mariella, de 63 años, a Télérama. El artículo también cuenta que dos seductoras resultarán heridas durante un partido de fútbol organizado para darle vida a la temporada. Excepto que “debido a la falta de control médico”, uno de ellos sólo podrá ver al médico por la noche.
Y cuando intentaron quejarse ante la producción, ésta hizo oídos sordos. Peor aún: obligada a tomar una baja por enfermedad tras el accidente en el partido de fútbol, una de ellas abandonará la aventura demasiado pronto para su gusto. Para su abogado, “la echaron del espectáculo”. Por eso la denuncia se refiere al “trabajo oculto”, pero también a la “rescisión improcedente del contrato de trabajo”.