Lanzada el 19 de diciembre, la gama de perfumes comestibles ya está disponible en Luxemburgo. Hay cuatro productos disponibles y han sido diseñados para corresponder a cada época del año para seguir las estaciones.
Así, para la primavera, el sabor propuesto es el de ruibarbo; el verano se caracteriza por la combinación verbena/lavanda; otoño con notas de manzana acaramelada “para el lado dulce”. Finalmente, para la temporada de invierno se optó por la mezcla de chocolate y pachulí. También está disponible otro spray de rosas que se puede utilizar en bebidas.
¿Aromas comestibles, en serio? Esto es posible en forma de spray, aceite o hidrosol. Mario Willems trabaja en esta idea desde hace un año y medio, en colaboración con el chef estrella René Mathieu, su socio en la empresa My Roots, pero también con el perfumista Cyrille Gerhardt (Smell-Marketing).
Un perfume comestible dirigido al “Sr. o Señora Todos”.
“Queríamos recuperar a través de este producto nuestros valores que combinan sostenibilidad y localidad”, subraya Mario Willems. Para ello, los tres socios recurrieron al “único ecoperfumista del mundo”, Jean-Charles Sommerard, afincado en Francia. “Él trabaja con productos naturales y tenemos la misma filosofía”, explica Mario Willems.
El perfume comestible no está dirigido a profesionales del sector sino a “Mr. and Mrs. Everyman” porque las cantidades están pensadas para ellos. Se puede utilizar directamente en la cocina o en aderezo para ensaladas o incluso en el plato.
El producto en sí se fabrica en Francia y la botella se fabrica en el Gran Ducado. “También nos aseguramos de que el embalaje estuviera fabricado con papel y cartón reciclados”, explica Mario Willems. Si alguna vez te das el gusto, el perfume se puede utilizar hasta por dos años. ¿Marcará la diferencia en el plato?
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