Para el último fin de semana de compras antes de Navidad, la actividad estuvo a tope este sábado en Paimpol. Y a pesar de la cancelación de los fuegos artificiales, reprogramados para el 27 de diciembre, debido a las condiciones meteorológicas, la llegada de Papá Noel, al puerto de Paimpol, era esperada por una multitud numerosa y compacta, concentrada en lo alto de la pasarela, cerca del carrusel. . Llegó por mar, invitado por Cap sur Paimpol, la asociación de comerciantes y artesanos, y repartió sonrisas y obsequios a los más jóvenes, antes de dar un paseo por las calles de la ciudad de los islandeses.
Al desembarcar del Chom Fur, cúter Houari construido en Loctudy en 1973, desembarcó en compañía de Marc, carpintero de Paimpol, y Roch, armador del pontón de los clásicos, provocando el asombro de los más jóvenes. “Lo recogimos en Alaska, cuando se le averió el reno”, bromeó el más joven de los dos marineros.
El viaje continuó en carruaje. El pony doble Vanille también estará presente, el domingo 22, martes 24, viernes 27 y sábado 28 de diciembre, en compañía de su líder Bernard, para pasear a grandes y pequeños desde la Place de la République. “Es la primera vez que vengo a Paimpol para las celebraciones de fin de año”, explicó este último mientras cuidaba a Papá Noel, en compañía de media docena de niños.
Show en las calles también
En la plaza Botrel, el chalet también acogió, este sábado, la asociación Terre en Jeu. En Paimpol, esta última propone, en La Sirène, actividades de cerámica, todas las semanas y durante los períodos vacacionales. “Estamos aquí para darnos a conocer y poner a la venta algunos de los trabajos realizados durante los talleres”, explican los voluntarios. También una forma de financiar actividades.
Y mientras en las tiendas, muchas de las cuales seguirán abiertas este domingo, la multitud acudía en busca de regalos, la charanga Les Distribilh realizó tres paseos, con un espectáculo de batucada bien ensayado. Percusiones brasileñas que los Paimpolais conocen bien, para aplaudirlas periódicamente, como en las últimas ediciones del Chant de Marin.
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