CRÍTICA – El autor imagina al poeta utilizando imágenes generadas por inteligencia artificial. Una historia vivaz y confusa.
Rimbaud, eterno iconoclasta. Es bajo la apariencia de un joven con el pelo desgreñado, una mirada vaga y una cara de niño que la memoria colectiva lo ha congelado. Hay que decir que sólo están autentificadas ocho representaciones del poeta que, en cinco años de escritura (1870-1875), revolucionó el arte de jugar con las imágenes. Ya entonces, la foto de Carjat evidentemente había sido retocada para rendir homenaje a la belleza de la adolescente, que entonces tenía 17 años. Luc Loiseau disfrutó de continuar con esta empresa. Y, aún más, representar al Rimbaud real mediante imágenes generadas por inteligencia artificial. El Rimbaud de años de furor poético.
Nacido el 20 de octubre de 1854 en Charleville, hijo de un capitán de infantería que abandonó su hogar muy temprano, Arthur fue un estudiante brillante en la universidad local. Muy rápidamente destacó por su dominio del francés y de las lenguas antiguas. Su ambición: convertirse en poeta y periodista. Para dar a conocer sus textos…
Este artículo está reservado para suscriptores. Te queda un 69% por descubrir.
¿Quieres leer más?
Desbloquea todos los elementos inmediatamente. Sin compromiso.
¿Ya estás suscrito? Acceso