Es la historia de una voz singular, “como la que encontramos cada 10 o 20 años”, según Catherine Wohlhuter, profesora de canto en el instituto Laurent de Lavoisier de Mulhouse. Una voz de contratenor o incluso de sopranista, que se caracteriza por su feminidad y su capacidad para alcanzar las notas altas, una rareza tratándose de un hombre. Esta voz, sin embargo, es la de Noah Bulet.
Quienes ya lo han oído han caído bajo su hechizo. “Está muy habitado, evoca una especie de brillo, de plenitud”, expresa Catherine Wohlhuter. “Te golpea en el estómago”, resume Thierry Walter, director de la escuela de música de Ried en Marckolsheim. Los demás tal vez lo descubran este jueves por la noche durante la retransmisión de la primera semifinal del programa Prodiges, en Francia 2 (21.05), un concurso reservado a los jóvenes talentos de la música clásica (canto lírico, música y danza clásica). ).
Cantar rimas o canciones infantiles siempre ha sido parte de mi vida diaria.
Noé Bulet
Noah Bulet, de 16 años, es un apasionado del canto, en particular del canto lírico, que practica desde hace dos años. “Me gustaría dedicarme a ello”, confiesa el joven. Por eso Noah está estudiando el primer año de “Ciencias y técnicas del teatro, la música y la danza” en el instituto Lavoisier de Mulhouse. Noah se beneficia de un horario flexible que le permite también recibir clases de canto en el Conservatorio de Mulhouse. Después del bachillerato, tiene previsto ingresar en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París.
En primaria, Noah fue castigado por tararear en plena clase, sin darse cuenta
Olivia Brunet, madre de Noé
El joven siempre ha estado inmerso en un ambiente teñido de música. “Aunque no soy músico, lo escuchábamos mucho en casa, en el coche”, dice Olivia Brunet, su madre. A la edad de 6 o 7 años, Noah ingresó en la escuela de música de Ried en Marckolsheim, donde aprendió a tocar el violín antes de pasar al piano bajo la dirección de Michèle Lhoustau. “Como también enseño canto en Marckolsheim, Noah vino a cantar con nosotros. » Una bendición para el niño. “Cantar canciones infantiles siempre ha sido parte de mi vida diaria”, dice Noah. Lo que a veces jugaba en su contra.
“En la escuela primaria, a Noah lo castigaban por tararear en plena clase, sin darse cuenta”, relata con ternura su madre. “Realmente canta todo el tiempo”, confirma su hermana mayor, Anita, de 19 años, que estudia musicología para ser profesora de música. ¡Incluso canta dormido! ¿Si no es doloroso? Todo depende de lo que cante (risas). Cuando suena la misma melodía todo el tiempo, es aburrido. Pero también, por diversión, adapta melodías populares al canto lírico, en particular de Édith Piaf. »
Noah realmente no puede explicar esta pasión por el canto lírico. “De hecho, la música siempre me ha hablado más a través del canto que a través de un instrumento”, dice simplemente Noah. Pero soy muy malo cantando variedades, me siento más cómodo cantando lírico. »
Un comienzo “normal”
Sus habilidades vocales, sin embargo, no llegaron inmediatamente a los oídos de las personas que lo rodeaban. “Al principio diría que cantaba como todos, pero siempre fue muy receptivo y tenía en cuenta los comentarios”, subraya Michèle Lhoustau, con quien sigue tomando clases de canto en la escuela de música de Marckolsheim.
Con la adolescencia y el desprendimiento que la acompaña en los niños, Noah podría haber perdido su singularidad. “Cambió, sí, pero quería mantener sus notas altas”, señala Caroline Le Quéré, antigua profesora de música en el instituto Marckolsheim y ahora profesora en el instituto Lavoisier de Mulhouse, que conoce bien a Noah porque lo ha tenido en curso durante más de los últimos seis años.
Ha conseguido conservar esa voz de cabeza infantil y femenina, con la que tiene una facilidad natural para cantar.
Caroline Le Quéré, profesora de música
“Trabajando logró conservar esa voz de cabeza infantil y femenina, con la que tiene una facilidad natural para cantar. » Una voz “que abraza plenamente”, asegura su madre, y que no le impide bajar al bajo cuando la necesidad lo requiere.
Con esta voz, Noah actuó a mediados de marzo durante el trampolín para jóvenes artistas en Saint-Louis. Aunque no ganó, el joven vivió un encuentro que quizás resulte decisivo para su futuro. “Una señora del público me habló del programa Prodigios, para el cual se iban a realizar audiciones. La verdad es que no sabía mucho sobre este programa pero envié mi solicitud con un vídeo y me aceptaron. »
Talento…y trabajo
Noah fue a París en septiembre con su madre y Michèle Lhoustau para la grabación. “Trabajamos los gestos, la presencia escénica, los ojos”, dice el profesor. El resultado de la actuación de Noah, al igual que la melodía que eligió, son secretos bien guardados por la producción del programa. Incluso algunos de sus familiares no lo saben. El joven se alegra de mencionar “una gran experiencia, aunque no veo necesariamente una carrera en la televisión”.
Noah más bien sueña con ser cantante de ópera, “combinar canto y actuación”. Un objetivo elevado que sus profesores, que elogian sus cualidades –“humilde, trabajador, meticuloso”– consideran alcanzable… siempre que perseveres. “Ha sido tocado por el dedo de Dios pero aún no hay nada arreglado en cuanto a la laringe, las hormonas. Su voz seguirá evolucionando”, señala Catherine Wohlhuter quien, como el resto de profesores de Noah, recuerda que “la voz cambia a lo largo de la vida”.
Está hecho para eso, es su ADN. No le deseo nada más que ser él mismo.
Michèle Lhoustau, profesora de canto
“La naturaleza le ha dado algo y tendrá que trabajar duro para conseguirlo”, resume Caroline Le Quéré. “A partir de ahora no debe dejarse embriagar por la brillantina”, advierte también Michèle Lhoustau, “pero lo volví a ver este fin de semana y está de buen humor. Está hecho para eso, es su ADN. No le deseo nada más que ser él mismo. »
Noah sabe que en cualquier caso puede contar con el apoyo de su familia. “Al principio no sabía que tenía algo tan especial pero si sus profesores, profesionales, lo dicen, confío en ellos”, sonríe Olivia, la madre de Noah. Lo alentaremos sea cual sea su elección, siempre y cuando prospere. »