“¿Lo estoy haciendo bien? No te echas polvo en la cara y solo sigues el ejemplo..” Bajo el benevolente consejo del facilitador, Léopold se esfuerza por grabar la piedra con precisión. Este arte ancestral, que descubre por primera vez, le fascina. “Es un poco divertido hacer como antes.“, confiesa, concentrado en su dibujo.
Taller de cantero DIFF en Villa Arson
Una quincena de niños participan en este taller organizado en la azotea del Villa Incendiariadonde aprenden a trabajar con volúmenes en tres dimensiones.
Un ejercicio entre concentración y creatividad
El grabado en piedra requiere cierta destreza. Manejar martillos y puntas, herramientas pesadas y afiladas, no es fácil. Sin embargo, con las instrucciones adecuadas, a los niños les va muy bien. “Es un buen ejercicio de concentración y delicadeza.“, explica Audrey Guimard, animadora y escultora, impresionada por su capacidad para manipular estas herramientas. Durante una hora, estos jóvenes escultores dan rienda suelta a su imaginación y dan vida a sus creaciones.
Vocaciones en ciernes
Para estos niños, este taller es mucho más que un simple juego: les permite descubrir conocimientos ancestrales mientras desarrollan su paciencia y creatividad. ¿Quién sabe? Quizás de esta experiencia surjan vocaciones artísticas en algunos de ellos.