El espacio cultural dedicado a los niños menores de 2 años, que tiene capacidad para acoger a 18 bebés, cada uno acompañado de uno o dos adultos, abrirá sus puertas el martes en la Cité des sciences et de l’industrie de París.
La Ciudad de los Bebés, un espacio cultural dedicado a los menores de 24 meses y enfocado a “despertar, desarrollo sensoriomotor y bienestar del niño” abrirá sus puertas al público el martes en París, dentro de la Cité des sciences et de l’industrie, en París, en el 19mi distrito.
La gran sala de 250 m2 con sus colores vivos y decoración de madera en la que se ubica este museo para niños pequeños, ofrece multitud de espacios para explorar. Desde la yurta repleta de cojines multicolores hasta el vivero de caracoles instalado en una antigua bañera, las decoraciones se diseñaron utilizando objetos reciclados con una ausencia total de plástico.
Desde el suelo hasta el techo, todo está pensado para que los bebés puedan adueñarse del espacio, vivirlo sin peligro y desarrollar sus cinco sentidos. “El primer elemento sensorial de los niños pequeños es el suelo. Por eso pusimos énfasis en las variaciones de material con diferentes maderas y alfombras. indica Pascal Decampe, mediador científico y cultural de la Cité des Bébés.
“El bebé se ha convertido en un público, es alguien a quien nos dirigimos y que tiene una petición concreta, esa es la gran especificidad de este proyecto”, explica Nathalie Puzenat, museógrafa y miembro del equipo que dio origen a este lugar.
La Cité des Sciences empezó a acoger a niños menores de dos años en su “Lab” en 2019, antes de perpetuar el proyecto instalando la Cité desBabies. “Es uno de los primeros espacios permanentes, dedicado a los bebés, en un museo”. garantiza Nathalie Puzenat. El espacio tiene capacidad para albergar a 18 bebés, cada uno acompañado de uno o dos adultos.
Ni juguete ni pantalla
La Ciudad de los Bebés es también una zona libre de pantallas. “Nos dimos cuenta de que, al eliminar completamente las pantallas, los intercambios entre padres e hijos eran realmente diferentes. La idea es permitirles dedicar plenamente este momento a interactuar con el bebé. explica Baptiste Bureau, diseñador de la Ciudad de las Ciencias. “También ofrecemos momentos de reflexión a los visitantes en este espacio (…) permite a los padres hacer observaciones”señala quien se describe a sí mismo como “co-padre” del proyecto.
Otra especificidad del lugar: allí no encontramos realmente ningún juguete. “Los juguetes clave son las cucharas de madera”. Se divierte la Oficina Baptiste. “Queríamos transmitir a los visitantes la idea de que no hace falta ir a comprar juguetes ni material educativo, su simple presencia y la creatividad que podemos tener con los objetos cotidianos, funciona muy bien”.