Festival Gnaoua: cuando la tagnaouita se convierte en fuente de magia y armonía

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el desfile de Festival Gnaoua y las músicas del mundo son una gran celebración para todos los Gnaoua mâalems. “Todos los mâalems se reúnen en el Festival de Essaouira y dan lo mejor de sí mismos al público”, dice mâalem Aboubakr Seddik vino de Agadir. Vestido con un traje colorido en armonía con sus notas vibrantes, este mâalem acompaña a Mehdi Qamoum, apodado “MediCament”. Ambos destacan por sus deslumbrantes atuendos, su interacción con el público y los cautivadores sonidos que resuenan por todo el antiguo Mogador.

“La música es un amor que los Gnaoui mâalems sólo pueden acoger con el corazón abierto y, sobre todo, compartir con su público. Las notas, el ritmo y la voz son dones que cada mâalem conserva cuidadosamente. La diferencia radica en la interacción con el público. Cada mâalem tiene un método y una energía particular que comparte con el público”, nos cuenta Qamoum durante el desfile inaugural del 25º Festival Gnaoua y Músicas del Mundo. Los Gnaoua mâalems lo llaman “lhedda”. Esta simbiosis entre los maestros guembri y el público es única.

Festival de Essaouira, una historia de transmisión

Para Mehdi y Aboubakr, el desfile de Essaouira está lleno de energía pura traída por los mâalems Gnaoua de todo Marruecos, destinada a alegrar esta ciudad conocida por su fuerte energía y satisfacer a un gran público procedente de todo el Reino y de diferentes países.

De hecho, este evento anual se convierte en el punto de convergencia donde se encuentran la pasión, la tradición y la innovación musical, cautivando tanto a los amantes de la música como a los curiosos de todos los rincones del mundo.

En el Festival Gnaoua nos encontramos con eminentes mâalems que han formado a generaciones enteras y con jóvenes aprendices que vienen a empaparse del bello ambiente del evento. Es el caso de esta pequeña niña de 10 años acompañada de su abuelo, un gran mâalem gnaoui, que vino para alimentar su amor por la tagnaouite y aspirar a hacer carrera en este campo. Sigue los pasos de Asmaa Hamzaoui, pionera al ser la primera mujer que se atrevió a tocar el guembri, el instrumento sagrado de los gnaouas, en público.

“El Festival Gnaoua y Músicas del Mundo es el desfile inaugural, pero también lo son las lilas, las fusiones y todos los conciertos compartidos con los melómanos. Son momentos irreemplazables y una historia de transmisión”, explica Qamoum.

Una resonancia internacional

Es la reputación de los Gnaoua mâalems a nivel internacional lo que atrae a miles de espectadores de todo el mundo. “Es la sexta vez que venimos desde Alemania a Essaouira para ver el Festival Gnaoua”, dice asombrada una turista, junto a su marido, ante el colorido desfile del 25° Festival Gnaoua y las músicas del mundo. Otra fan vino desde Grecia para descubrir en vivo “estos ritmos que se escuchan en su país y tan elogiados por sus amigos”.

Para “MediCament”, que ha realizado giras por todo el mundo, el ambiente en Essaouira es desigual. El nombre artístico de este artista gadiri ilustra la capacidad de la música Gnaoua para sanar almas a través de su fuerte carga espiritual. Mehdi Qamoum es un cantante, compositor y músico que tiene sus raíces en la música Gnaoua y al mismo tiempo forma parte de la línea World Music. Fiel a los guembri, Mehdi ha desarrollado su propio proyecto personal, basado en la cultura marroquí y en sonidos y armonías africanas, mezclados con sonidos más modernos del rock y el blues. El 28 de junio estará en Borj Bab Marrakech a las 19 horas para una fusión con el artista senegalés Ablaye Cissoko.

El Festival Gnaoua en Essaouira impulsa la economía local

El impacto de Festival Gnaoua y la música del mundo no es sólo musical. “Este dinamismo local al que asistimos es la imagen de la relación entre cultura y desarrollo económico. Essaouira acoge durante todo el año actividades culturales que estimulan su economía”, declaró el Ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaïd, el 27 de junio en la inauguración del Festival.

De hecho, durante el festival, las calles de la medina de Essaouira cobran vida con una energía particular. Los puestos de artesanía repletos de compradores y curiosos exhiben con orgullo coloridas exhibiciones de objetos tradicionales, joyas, textiles, etc. Los vendedores de souvenirs ofrecen artículos originales e ingeniosos, creados especialmente para el festival. Los jóvenes, a menudo llenos de creatividad, actúan como comerciantes durante la fiesta y presentan artículos divertidos, atrayendo la atención de los transeúntes curiosos.

Mujeres de diferentes países africanos enriquecen el ambiente ofreciendo trenzas sencillas o coloridas en simbiosis con el espíritu del Festival. Cafés y restaurantes, ubicados en diferentes rincones de la ciudad, se llenan de clientes que disfrutan de platos locales e internacionales. Aunque los precios aumenten durante el festival, la multitud no decae. Los músicos callejeros y los ensayos de artistas añaden una banda sonora festiva a esta mágica experiencia del Festival Gnaoua. Durante el Festival Gnaoua y Músicas del Mundo, las calles de Essaouira se convierten en un teatro al aire libre donde se cruzan culturas y generaciones.

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