Mientras que la 40ª edición de la Feria del Libro y de la Prensa Juvenil de Montreuil (SLPJ) acogió a sus primeros visitantes el miércoles 27 de noviembre, entre ellos un buen número de escolares, los profesionales se dirigieron más hacia el Foro Interprofesional e Internacional. Como novedad en la muestra, el espacio dio origen a la mesa redonda “¿Qué bibliodiversidad en la edición infantil?” “. Una pregunta amplia a la que dos investigadores de la Universidad de Lyon 3, Nicolás Guilhot y David Piovesonintenta responder en un estudio en curso, realizado con el Syndicat de la livre française (SLF).
“Bibliodiversidad retoma la idea de biodiversidad aplicada a los libros y por tanto presupone la diversidad cultural en la oferta editorial”, recordó por primera vez a Nicolas Guilhot, presente junto a Laëtitia Voreppe, Programador juvenil del Festival del Libro de Bron (Auvernia-Ródano-Alpes). A pesar de la dificultad para evaluar la realidad del concepto en un entorno que mezcla arte y economía, el investigador es tajante. Según él, los primeros resultados del estudio, realizado sobre un panel de unas 450 librerías independientes, revelan una innegable concentración de las ventas en manos de un puñado de grandes editoriales.
“Las grandes editoriales son cada vez más grandes”
Procedentes del Observatorio de la Librería Francesa y del Archivo Exhaustivo del Libro (FEL, herramienta de la Unión Editorial Nacional), los datos también muestran, paradójicamente, un aumento en el número de editores, de 1.301 en 2017 a 1.828 en 2023. “En resumen, las grandes editoriales son cada vez más grandes y las más pequeñas, cada vez más pequeñas”. resumió Nicolas Guilhot, destacando las abundantes iniciativas en el ámbito de la microedición.
Para el investigador, un mercado “parfait”, Al carecer de concentración editorial, sólo debería tener 20 editores. Sin embargo, hoy en día, las diez editoriales infantiles más importantes representan el 50% de las ventas totales. “Es un fenómeno que sin duda se ve acentuado por la formación de grandes grupos editoriales”añadió el experto. En total, el 55% de las ventas del mercado son realizadas por las cuatro primeras editoriales, según los órdenes de magnitud comunicados por el Centro Nacional del Libro (CNL) durante las audiencias ante el Senado en mayo pasado.
¿Una situación de monopolio?
El fenómeno es aún más marcado en el lado de los distribuidores, ya que los cinco principales actores representan el 93% de las ventas. “Por lo tanto, nos encontramos en una situación de monopolio, sobre todo porque algunos de estos distribuidores son propiedad de grandes editoriales”, detalló Nicolás Guilhot. Libra ¿Editoriales más pequeños, como Thierry Magnier, Fourmis rouge o l’Étage du bas, cuya producción se asocia habitualmente a una alternativa editorial?
“Algunos de ellos están en el 25% que más vende. Por lo tanto, estadísticamente están ahogados en medio de otras editoriales de las que no se puede decir que encarnen la bibliodiversidad”.explicó el investigador. Y esto, aunque algunos de ellos, como La ciudad arde“participar activamente, a través de sus títulos comprometidos, en esta noción de bibliodiversidad”, añadió Laëtitia Voreppe.
A este primer fenómeno se suma el de la “bestsellerización”, es decir, la concentración de las ventas en un número reducido de obras, que también tiende a debilitar el equilibrio de una bibliodiversidad verdaderamente efectiva. “En juventud, el 10% de los títulos más vendidos representan el 64% de las ventas. Esto supone un 5,5% más que en 2017, lo que significa que esta concentración en este reducido número de referencias está aumentando, incluso en una pequeña escala temporal. ilustrado por Nicolás Guilhot.
Revalorización de fondos
“Aunque después de la pandemia, los editores han comenzado a trabajar en materia de sostenibilidad, mediante una reducción de los títulos en los catálogos, la sensación de maremoto sigue muy presente para el librero”subrayó Laëtitia Voreppe. Según los resultados obtenidos por los investigadores, existe una concentración dentro de la concentración: el 10% de los títulos más vendidos son vendidos por el 12% de las editoriales. Como reacción a este flujo difícil de tratar, la Asociación para la Ecología del Libro también había pedido, entre enero y junio de 2024, una “una tregua de novedades para los libreros”.
Sin embargo, parece que la edición infantil ha logrado mantener el atractivo de la colección catalogada, un criterio importante para un “buen estudiante” de la bibliodiversidad. “Incluso en septiembre y en Navidad, dos periodos de publicación de novedades, las novedades no superan a los títulos de los fondos, en todos los sectores observados”dijo Nicolás Guilhot. ¿Suficiente para abrir un nuevo campo de reflexión sobre la capacidad de resistencia de las librerías independientes frente a las dinámicas de concentración editorial?