La influencer Poupette Kenza, cuyo nombre real es Kenza Benchrif, admitió haber participado en un intento de extorsión al ordenar a un secuaz que amenazara físicamente a una pareja y les exigiera 200.000 euros.
La influencer Kenza Benchrif, alias Poupette Kenza, admitió haber encargado a un secuaz en el caso de extorsión por el que fue encarcelada, declaró el miércoles a la AFP su abogado Jérémy Kalfon, confirmando informaciones de la parisino.
“Madame Benchrif reconoce haber aceptado la oferta de servicios de este hombre, después de haber recurrido sin éxito a amigos y abogados en común”, afirmó Kalfon.
“Si ella sabía que este hombre iba a impresionar a su ex agente y a su marido con su constitución y el efecto sorpresa, nunca validó las amenazas directas o indirectas de violencia física”, continuó.
“Eso no es en absoluto lo que pregunté”.
Acusado de intento de extorsión por parte de una banda organizada y de asociación criminal en un caso investigado en Ruán, el influencer fue puesto en prisión preventiva en julio antes de ser puesto en libertad el 31 de octubre y puesto bajo supervisión judicial.
“Ella dijo: ‘efectivamente, acepté, me ofrecieron encargarle a este tipo que fuera a resolver mi problema, acepté, obviamente sabía que sería un poco de presión (…) Pero ese no es el caso”. Eso no es en absoluto lo que pedí”, añadió Kalfon.
“Si criticamos mucho a los influencers, no debemos olvidar que, al igual que los futbolistas, son objeto de mucho deseo. Mucha gente gravita a su alrededor y afirma tener soluciones a todos sus problemas para atraerse su simpatía. la esperanza de obtener dinero”, argumentó el abogado.
La joven, de 24 años, está embarazada de su tercer hijo.
Una pareja amenazada físicamente y condenada a entregar 200.000 euros
El caso fue desencadenado por la denuncia, el 23 de febrero de 2024, de una pareja que “fue objeto de diversas vigilancias (físicas, instalación de minicámaras cerca de su domicilio y baliza GPS colocada en su vehículo) y fue amenazada físicamente con la condición de de entregar una cantidad de 200.000 euros”, explicó el fiscal de Rouen el pasado mes de julio.
El compañero del influencer, Allan Liehrmann, afincado en Dubai, regresó a Francia el 23 de septiembre “para explicarse ante la ley”. Detenido en el aeropuerto, fue a su vez acusado de los mismos hechos y encarcelado.