“Tengo muy buen recuerdo, pero el lugar no estaba abierto”, dice. Tres meses antes de la inauguración, en el solar, realizamos una actuación de betún con todos los trabajadores y arquitectos. Todos se habían superado y sentimos que había sido un auténtico placer hacerlo. Porque todo salió bien y porque, en una carrera, no es muy frecuente que construyas un cine. »
Maité Garat toma el relevo. “Para mí es el día de la inauguración. Estábamos súper emocionados y estresados al mismo tiempo, con muchas ganas de que todo saliera bien. Y durante la sesión vespertina, en un momento, hay un corte en la sala. Los técnicos estaban allí, pero nadie entendía por qué se había detenido la proyección. De hecho, nuestra primera hija, que apenas tenía 2 años, se deslizó debajo de la caja y presionó el botón de seguridad. Un gran botón rojo era tan tentador…”
Nuestra hija mayor, que tenía 2 años, se deslizó debajo de la caja y presionó el botón de seguridad.
“Muy conmovedor”
Luego, los dos coinciden en una serie de “grandes encuentros con los equipos de filmación” y otros tantos “vínculos de amistad que logramos crear con muchos directores y con el público”. Maité se centra en la acogida del equipo de “Intouchables”, cuyos directores Olivier Nakache y Éric Toledano se han convertido en verdaderos amigos. “Fue la primera proyección francesa de la película. Teníamos a Omar Sy y François Cluzet. ¡Era enorme! »
Tocando tándems
“Intouchables” fue presentada anoche en el Luziens