Cali está de gira, en Bruselas, pero el cantante tuvo unos veinte minutos para hablar de uno de sus amigos: el manager del Stade Langonnais, Christophe Hamacek.
¿Hace cuánto que se conocen?
Desde hace mucho tiempo pero no creo que pudiera siquiera cuantificar los años. Nos conocimos en el camino y luego creamos el club de fútbol Rugby Burdel (RBFC). Lo sigo a todas partes en los clubes a los que va y en los últimos años tocaba mi música en los vestuarios, siempre me conmueve.
¿No recuerdas tu primer encuentro?
Sinceramente ya no lo sé. ¿Y no es eso lo más hermoso? De no recordar y sentir que siempre hemos sido amigos. Sé que nos reconocimos, eso es todo.
¿Podemos volver a este club de fútbol burdel de Rugby… ¿En qué consiste?
Es algo que ambos creamos en medio de la noche para reunirnos y divertirnos en torno al deporte. Y como al día siguiente de esta discusión seguía vigente, creamos la asociación y organizamos partidos con conciertos, todo en beneficio de las asociaciones. Una vez tuvimos a los hermanos Cantona contra la familia Lièvremont con una mitad de fútbol y otra de rugby, éramos 3.000 o 4.000 personas, era una locura. Últimamente ha estado inactivo pero es necesario reavivarlo.
En el género de la locura, ¿has seguido los dos títulos consecutivos en el Stade Langonnais?
Obviamente lo seguí. Fue increíble, muy hermoso. Son aventuras humanas reales y Christophe se habría merecido una serie de Netflix sobre estas dos increíbles temporadas.
Ya has participado en ciertos momentos de cohesión del equipo, ¿cómo lo encuentras con tus jugadores?
Es un líder nato de hombres. ¡En mi opinión, podría liderar el XV de Francia! Lo cierto es que te hace sentir como un miembro más de su familia con el que quieres construir algo. Es alguien a quien quieres seguir. Y muy lejos si es necesario.