Lo califica así porque es el primer y único sucesor de un repertorio coreográfico. La de Fernand Nault, el creador de las piezas Cascanueces, Carmina Buraña y tommyentre otros.
“Tenemos cosas en teatro o artes visuales, las pinturas las maneja la gente. Hago lo mismo en la danza”, explica André Laprise.
Patrono del Fondo Coreográfico Fernand Nault y tutor designado de los niños que participan cada año en la emblemática Cascanueces André Laprise, miembro de los Grandes Ballets Canadienses, también garantiza que las obras sean accesibles a las compañías y escuelas de formación de Quebec y de todo el mundo.
“En el otoño, Cascanueces Me hace viajar mucho”, subraya el que regresó de Chequia durante su entrevista con la ley.
“Sobre el modelo de expresión”
Pero en Outaouais, este raro bibite dirige la Academia de Danza Outaouais desde 1979. Situada en el piso de arriba de la Casa de la Cultura de Gatineau, la escuela de formación de danza está dedicada a la expresión artística de los niños y no pretende compararse con otras escuelas de danza. que se dedican a la competición.
“La danza se ha desarrollado de forma comercial y competitiva, siguiendo el modelo deportivo, mientras que nosotros seguimos el modelo de expresión”, comenta André Laprise. Estos son dos intereses y habilidades completamente diferentes. Uno no existe sin el otro, pero uno tiene puntos más fuertes en uno y el otro tiene puntos más fuertes en el otro”.
El 10 de enero de 1924 nació en Berlín Ludmilla Chiriaeff, directora fundadora de la compañía Grands Ballets Canadiens y de la École supérieure de ballet du Québec. Otro aniversario que André Laprise no deja de destacar para explicar la cadena que sirve para crear una compañía de ballet profesional. Entre los eslabones de esta cadena se encuentra la Academia de Danza Outaouais creada como escuela de formación preparatoria para la École supérieure de ballet du Québec.
“La Academia es un eslabón en la cadena de formación profesional de la danza. Ofrecemos programas equivalentes en los niveles primario y secundario, pero no somos colegios ni universidades. Por otro lado, cualquier niño estará bien preparado y formado”.
— André Laprise
André Laprise ve pasar bajo su atenta mirada a un centenar de niños que tienen el placer de ensayar con él el clásico navideño de Cascanueces cada año. En Outaouais, estos estudiantes provienen de otras escuelas de danza comerciales y están bien preparados, afirma.
“Los jóvenes con los que trabajo como parte de Cascanueces son tan elegantes como nosotros, incluso más que nosotros a veces. Hay un nivel muy alto y es importante ver que son dos entornos que hay que destacar. Tenemos un mandato claro, un mandato complementario”.
Estudios de última generación
André Laprise se graduó en la École supérieure de ballet du Québec y fue bailarín de los Grands Ballets canadiennes. Año tras año, supervisa las puestas en escena de los ballets de Fernand Nault en todo el mundo y perfecciona los papeles de los niños de Cascanueces. Por tanto, conoce muy bien los estándares profesionales de un estudio adaptado a la danza.
En la Academia de Danza Outaouais, los dos estudios se construyeron a medida. Se trata de la primera escuela regional de danza de Quebec equipada de este modo, afirma André Laprise.
Las dimensiones de los estudios, los suelos diseñados para evitar lesiones, el revestimiento que proporciona una superficie antideslizante y la altura de los techos; Todo el diseño ha sido diseñado para permitir tanto la demostración y producción de carácter educativo y artístico como la investigación coreográfica para proyectos creativos y originales.
“Somos la única escuela construida así en la región. Un poco como un polideportivo. Los suelos de madera son los mismos que los de los Grands Ballets canadiennes. No estamos en un Cadillac, estamos en un Rolls-Royce en términos de equipamiento”.
“El secreto mejor guardado”
La Academia de Danza Outaouais es una escuela de formación preparatoria, una organización sin fines de lucro cuyos estudios tienen la misma calidad que los Grands Ballets Canadiens y cuya experiencia del director y del personal docente es reconocida en todo el mundo.
Y todo esto en Gatineau, se apresura a añadir André Laprise. “Somos el secreto mejor guardado”.
Desde hace 45 años, la Academia de Danza Outaouais responde a una necesidad, cree. Además, más del 50% de su clientela son inmigrantes o proceden de otra cultura.
“Porque la gente de Gatineau ha sido motivada y formada en una cultura deportiva, lo que significa que las escuelas competitivas son muy populares porque el enfoque es el mismo”.
Escuela de formación, pero también escuela genérica, la Academia de Danza Outaouais se centra sobre todo en que el contenido de los cursos se adapte a las necesidades y al desarrollo del bailarín.
“Tenemos una clase de ballet para adultos que pidió una clase dos veces por semana porque les encanta. No los haremos bailarines profesionales, pero vienen porque hay un rigor, un pensamiento, una lógica. Allí se sienten seguros, vienen a entrenar y se divierten expresándose a través del movimiento”.
yo bailo bienestar
Cada paso es un vector de alegría y libertad para André Laprise, preocupado por el bienestar de los bailarines y de la comunidad. La Academia de Danza Outaouais ha desarrollado un enfoque de movimiento para jóvenes con problemas de salud mental. El proyecto “Yo bailo bienestar” ofrece una serie de talleres para hacer el bien y ayudar a desarmar lo que nos puede molestar en la vida, explica André Laprise.
El director, sin embargo, admite haber llamado a las puertas de organizaciones que están entusiasmadas con la idea, pero que tienen dificultades para despegar.
“Tenemos personal, estudios, disponibilidad y una subvención para hacerlo. Buscamos colaboradores para este proyecto único y dinámico”.
La Academia de Danza Outaouais anima a los jóvenes a expresarse creativamente y actúa como palanca a través de un entorno de formación que pone en valor la expresión. En 45 años, André Laprise nunca ha sido molestado ni cuestionado por los socios ni por el Ayuntamiento, se alegra.
“A veces me preocupa un poco porque me digo quién creo que soy para hacer esto, pero interpreto el mandato”, añade entre risas.
André Laprise es como un precioso regalo para la danza en Gatineau. Como heredero de Fernand Nault, pero también por la calidad del equipamiento y de la formación que existe en el Boulevard de la Gappe. Lo que fue sembrado después de todos estos años por este “bicho raro” pudo florecer y sigue floreciendo.
Y como le gusta recordarnos, “ni siquiera está en Ottawa, está en Gatineau”.