Este viernes por la noche, la ciudad de Gourbeyre vibró al ritmo de los tambores para rendir un vibrante homenaje a Ti Céleste. Diez años después de su muerte, el icónico cantante de gwo ka sigue siendo una fuente de inspiración. A través de canciones, tambores y bailes, los grupos quisieron revivir estas veladas que tan bien supieron amenizar.
G. Loiseau
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Publicado el 17 de noviembre de 2024 a las 03:00 horas.
Un gran léwoz, un momento de comunión donde artistas, tambouyé, bailarines y espectadores se reunieron para celebrar juntos y hacer resonar el alma del gwo ka en memoria de Ti Céleste.
Los cantos tradicionales, llevados por el fervor colectivo, recordaron la importancia de Ti-Céleste en la preservación de la cultura guadalupeña. El léwoz, en todo su poder y espiritualidad, fue un recordatorio vibrante de que su espíritu aún vive a través de esta música. Y quienes mejor hablan de ello son aquellos que fueron importantes en su vida y que jugaron con él.
© Guadalupe
Diez años después de su muerte, Ti Céleste sigue siendo una figura imprescindible de la música tradicional guadalupeña. Su trabajo, imbuido de sabiduría y pasión, continúa guiando e inspirando. En Gourbeyre, este viernes por la tarde, toda una comunidad se levantó para decir que querían dejar claro que, aunque el hombre ya no esté, su música sigue muy presente.
© Guadalupe
Este vibrante homenaje demostró que, aunque Ti Céleste ya no está físicamente entre nosotros, permanece para siempre presente en el corazón de su pueblo y en cada golpe de tambor.