Este evento es un homenaje a un legado de artesanía, independencia y tradición que explora temas clave relacionados con la familia, el patrimonio y la creatividad.
La idea central se puede resumir en esta máxima en árabe dialectal marroquí: “Mnin ta, Mnin ana”. Lo que se traduce como “De donde vengo yo, de donde vienes tú”. Un aforismo que subraya la continuidad y el carácter compartido de la artesanía, la identidad y el patrimonio familiar, como explican los dos comisarios de la exposición, Amine Lahrach, artista multidisciplinar y Ula Neumann, archivera de arte berlinesa.
Fatna Maaroufi es a la vez artesana, bordadora y madre recientemente fallecida de Meriem Nour, diseñadora, creadora de la marca Hanout Boutique y fundadora de este nuevo espacio cultural.
Un documento sonoro presentado durante el lanzamiento conmovió la presencia. Este es un testimonio en forma de conversación de las chicas de La Fatna. Evocan sus recuerdos de infancia con su madre en torno al bordado, el tejido, estos momentos privilegiados de transmisión y esta herencia que finalmente todos heredaron. Y sobre todo, insisten en esta transmisión también de la independencia financiera que les ha aportado este saber hacer y esta creatividad. Y las niñas cuentan varias anécdotas sobre este tema sobre esta madre a quien les enorgullece recordar que siempre trabajó.
Frente a este testimonio sonoro, otro diálogo, silencioso e igual de fuerte entre dos conjuntos, uno de Meriem Nour, la niña, de pie frente al tradicional, bordado por su madre, en posición sentada dispuesta a transmitir sus conocimientos.
Al fondo, la máxima que subyace a toda esta exposición escrita en árabe: “Mnin ta, Mnin ana”.
Y entre estos dos diálogos, uno sonoro, el otro silencioso, fotos familiares de La Fatna, vestida con diferentes atuendos, que regresan así a una cierta historia de la moda marroquí contada a través de las fotografías personales de una madre, una marroquí artesana e independiente.