M6+ – BAJO DEMANDA – MINISERIE
Buena sorpresa de una selección francesa que, por lo demás, es un poco aburrida. Club del asesinato había valido a su protagonista principal, Tiphaine Daviot, el premio a la mejor actriz en el festival Séries Mania en marzo. El premio es merecido para esta actriz de cara polivalente y energía comunicativa, cada vez más presente en la televisión −la vimos recientemente en la serie Los excursionistasen TF1. Club del asesinato se basa tanto en su actriz como en su argumento, en definitiva bastante bien definido, así como en su tono suavemente burlón, que burla la fascinación contemporánea por las noticias.
Alimentada con el “Traiga al acusado” de una madre tiernamente intrusiva, Amélia Delcourt (Tiphaine Daviot) sólo sueña con investigaciones importantes, pero fue apartada del Crimen después de un gran error que permitió “Shakespeare”, la firma de un asesino en serie que aterroriza a los región, para escapar. La joven, reincorporada al equipo, y sus compañeros se lanzan tras la pista de una adolescente desaparecida, caso para el que busca el apoyo de un criminólogo reconocido pero cansado y adicto.
Dosis de autodesprecio
Gran especialista en “Shakespeare”, Daniel (Eric Cantona) ayudará a Amélia y a su equipo a establecer el vínculo entre él y un asesino mayor, cuyo recuerdo fascina a toda la comunidad local de detectives aficionados y coleccionistas de “murderabilia”, esos artefactos que fueron utilizados para perpetrar crímenes o que pertenecieron a grandes psicópatas, vendidos en una subasta por un subastador jugado con garbo y cierto sentido kitsch por Arielle Dombasle.
Todo esto no cambia mucho con respecto a los thrillers habituales de los grandes canales. Club del asesinato tendrá dificultades para hacerse un lugar entre ellos, si no fuera por la escritura, un poco más relajada que la media, y el deseo de añadir una dosis de autoburla a los códigos del género. La serie avanza así en el equilibrio entre la comedia y el thriller, sin realmente elegir. Sentimos el deseo de no hacer demasiado, y el esfuerzo de no caer en parodiar o caricaturizar demasiado a los personajes de Amélia y Daniel. Esto permite a la serie evitar la mayoría de las trampas del thriller de máxima audiencia (personajes arquetípicos y trama en piloto automático), pero la confina a un territorio familiar.
En cuatro episodios demasiado cortos para aburrirse, Club del asesinato Sin embargo, conserva la idea de una segunda temporada, y esperamos una secuela un poco más libre y escrita, que se base más en sus actores y sus tramas secundarias. Una temporada que empujaría los cursores y permitiría, quizás, a Amélia Delcourt competir con Morgane Alvaro y HPI.
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