Las criaturas de Jean-Marie Appriou, humanas o animales, siempre surgen de otro lugar: una noche del tiempo revisitada, un espacio submarino o cósmico. Con “Exonaut Horizon”, el escultor lleva el cursor narrativo más allá a través de cuatro salas en las que los orígenes de la vida dan lugar a exploraciones poéticas imbuidas de ciencia ficción. Los exonautas son visitantes del cielo con cuerpos de momias-crisálidas y calaveras de cristal en las que las caras se multiplican como células. Poses hieráticas, barcos para el más allá o esbeltas pirámides, cuando la mitología egipcia se encuentra con criaturas híbridas monumentales -una araña de mar y de tierra frente a un pulpo-calamar con el aspecto de una sepia-, el encuentro del tercer tipo se hace eco tanto de Giacometti y Luisa Burguesa. Desde exoesqueletos hasta viajeros de exoplanetas, en fundición de aluminio o bronce, mármol u ónix tallado, vidrio soplado o lava refundida, la paleta de materia en suspensión muestra el gusto del escultor por jugar con la gravedad así como por las artes decorativas, con gran delicadeza en los gestos y detalles.
“Horizonte Exonauta”. Galerie Perrotin, 76, rue de Turenne, París 3mi. Hasta el 16 de noviembre.