La 31ª edición de esta feria gastronómica se celebra del 15 al 18 de noviembre en el centro de exposiciones de Méjannes-lès-Alès, en Gard. Después de Tahití el año pasado, la invitada de honor esta vez es la isla de Cuba. Presentación.
“Un evento muy lindo.” Éric Giraudier, presidente de la Cámara de Comercio e Industria (CCI) del Gard, habla de la feria gastronómica de Miam, hablando de su 31ª edición, prevista del 15 al 18 de noviembre, en el centro de exposiciones de Méjannes. Ciertamente departamental, esta reunión tiene, dijo, “Un aura regional y también viene a vernos gente de Vaucluse…”
Este año nos trasladamos del Océano Pacífico al Mar Caribe. De hecho, después de una 30ª edición centrada en Tahití, el invitado de honor esta vez es Cuba. Además de los platos tradicionales de la isla, obviamente habrá una cuestión de“excelente” mojitos “para degustar durante el evento”. Particularmente dentro de la “Villa Cubana” que vibrará al ritmo de sus actividades (baile, música, exhibiciones de autos clásicos americanos, etc.).
Se esperan más de 140 expositores
Pero este espectáculo volverá a poner en primer plano la producción y el saber hacer local. Así, 146 expositores, “incluido 20% nuevo”se anuncian. Suficiente para alimentarse, insiste Éric Giraudier, “uno de los salones más bonitos del Gard que descansa sobre varias patas”. ces “pies” son “descubrimiento, apertura a un país o región”, “destacar productos y profesionales”del “poner en práctica”de “la Restauración” y “obtención”.
Este último punto “importado” especialmente a los representantes de la cámara consular. “La facturación de la feria ronda los 800.000 euros; hay un interés económico real”declara Colette Brueger, presidenta de la delegación de Alès ante la CCI. El presidente, que señala que “La cesta media ronda los 60€”está en la misma longitud de onda: “Esto significa que hay un problema económico real…”
“El traspaso simbólico” entre patrocinadores
Este jueves 7 de noviembre, el Campus Púrpura de Alès asiste a una “entrega simbólica”. Patrocinador del salón el año pasado, el chef estrella alésiano Sébastien Rath, afincado en Saint-Hilaire-de-Brethmas, pasa el testigo del patrocinio de Miam al sumiller Cyriel Huysentruyt, en representación de su socio, el chef Guido Niño Torres. Ambos se han hecho cargo del restaurante Likoké, en Les Vans, en Ardèche, pero su socio se encuentra actualmente en Chile donde se celebra un evento comparable a la feria gastronómica de Alesian. “Es un honor, sobre todo porque en el restaurante sentimos que la clientela del Gard está muy presente”declaración Cyriel Huysentruyt. “Es un placer acercarnos un poquito más y participar en Miam”. Por supuesto, la próxima semana estará presente el dúo que lleva las riendas de Likoké (una estrella en la Guía Michelin) desde 2020, pero donde trabajan desde 2014 y 2015. Y para anunciar que “los días del evento haremos una demostración”.
Si se trata de dinero, Miam transmite sobre todo momentos de placer, como afirma la consejera regional Aurélie Génolher: “La gastronomía se trata de momentos agradables para compartir”. Sin embargo, este año también habrá muchos lugares donde encontrarnos. Tres espacios le permitirán comer: el restaurante del invitado de honor, el nuevo lugar dedicado a la restauración (apoyado por Normandía, Globe Traiteur y su cocina de las Cevenas, y Marc y Sylvie Traiteur) y el Meat Counter que se instalará en el entresuelo. Colette Brueger recuerda entonces que “los catering y expositores, que son el alma de Miam, ofrecen platos para disfrutar en los merenderos del salón”. Sin olvidar los momentos de compartir técnicas, estos “momentos privilegiados” con profesionales, subraya el presidente del Gard CCI. Cuando “Los chefs elaboran una receta y cuentan sus secretos a los visitantes”.
¿Cómo salir con regalos?
Una vez más, todos tendrán la oportunidad de confiar en la suerte. Girando primero la “Rueda de la Suerte”, para llevarse uno de los 800 premios en juego, pero también participando en el sorteo de Miam, coronado con un viaje para ganar. “En Cuba, por supuesto”afirma Éric Giraudier. “Nueve días y siete noches. Con clases de salsa…”