La historia provocó que se derramara mucha tinta en su momento, en casi todo Quebec. EL Progreso-domingo evocándolo en particular en su edición del 2 de agosto de 1976, con el titular: “¿Dónde están los campistas de Montreal?”
Pero a pesar de la atención de los medios de comunicación sobre la desaparición (y luego la muerte) de las dos mujeres y las pocas vías exploradas por los investigadores, el caso siguió siendo un misterio.
Esto es lo que motivó la creación de esta nueva serie documental, Viaje por carretera fatalllegando el jueves a la plataforma illico+. Y eso es lo que impulsó al equipo de filmación, formado entre otros por “la reina del verdadero crimen» Victoria Charlton y la criminóloga Mélina Beaulieu, para repetir el mismo viaje que Jocelyne Beaudoin y Renée Lessard en 1976.
Al no poder salir como las dos víctimas, y como era de esperar en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Montreal, el dúo tomó el mismo camino, en las mismas fechas. De Montreal a Quebec, luego a Saguenay-Lac-Saint-Jean y la costa norte.
Todo ello en paralelo con entrevistas con familiares de las víctimas, incluida la cuñada de Jocelyne, Francine Vachon.
“Me gustó esta forma dual de contar historias. Para tener estas entrevistas testimoniales que estaba haciendo. Y poder mejorarlos en paralelo al trabajo de las chicas sobre el terreno, que volvieron a hacer el camino. Teníamos muchas ganas de repetir un viaje lo más parecido posible, revivirlo”, afirma el director Félix Trépanier.
Apasionado por estos proyectos que nos permiten revisitar el pasado, en los “lugares reales” donde se formó, este último habla de una delgada línea en la que encontrar el equilibrio entre la producción de una serie entretenida y una obra sensible al dolor todavía crudo de los seres queridos.
Una de sus principales motivaciones, además, fue dar algunas respuestas a las familias.
“Es una línea muy, muy, muy delgada”, afirma el director. Siempre lo tengo presente. La gente nos ayuda. A esta señora, Francine, que se toma el tiempo de recibirnos en su casa, que pasa horas con nosotros, le tengo un inmenso respeto. Sinceramente espero que con un proyecto como este pueda tener al menos una o dos pistas que me ayuden. No han tenido noticias durante años y ninguna noticia es horrible”.
“Estuve en comunicación con ella [Francine] fuera del set también, si supiéramos algo lo llamé. Para mí es súper importante, porque sí es una serie para entretener, pero no es ficción, es la vida real. Estas dos niñas fueron realmente asesinadas y estas familias realmente no tienen respuestas”, añadió Félix Trépanier.
Sin pretender ser investigadores, los miembros del equipo pudieron explorar algunas vías nuevas durante el proyecto, incluida la de un camionero sospechoso, en el primer episodio.
Y ahora esperan que la emisión de la serie vuelva a poner el caso en primer plano y tal vez anime a algunas personas a hablar, casi 50 años después del hecho.
“Mamá trabajo es porque estamos hablando de eso. Si alguien puede pensar en una frase que escuchó en aquel entonces que pueda ayudar a los investigadores, si conseguimos una pista más… ese sería mi mayor deseo. Si alguien ha tenido algo en la conciencia durante 45 años, al ver esto, podría decirlo”.
Dado que Jocelyne Beaudoin y Renée Lessard hicieron más de una escala en Saguenay-Lac-Saint-Jean durante su viaje, buena parte del rodaje se desarrolló en la región.
Aquí se enviaron, por ejemplo, algunas de sus postales, desde las que se podía seguir el camino. “En 1976 no había GPS en el teléfono, era con estas postales con las que se comunicaban, esas eran nuestras pistas”, argumenta el director.
Como nos recuerda la serie, efectivamente se encontraron los cuerpos de las dos mujeres: el de Jocelyne Beaudoin en octubre de 1976 en una zona boscosa de la costa sur de Montreal y el de Renée Lessard, que no sería identificada hasta 40 años después, en Abril de 1977 en la Reserva Natural de La Vérendrye. Pero nunca se supo la causa de su muerte. Y nadie ha sido arrestado en relación con este caso.
De ahí este sincero deseo, para Félix Trépanier, de llevar un poco de esperanza a las familias. “No puedo esperar a recibir la llamada de Francine. Quería que ella lo experimentara con su familia. Pero sé que me llamará cuando esté lista”.