En Baïona, el único comercio de la ciudad de 1.000 habitantes, los clientes tienen sus costumbres. Y cuando hace mal tiempo como hoy, es aún menos probable que nos desviemos de un pequeño café al abrigo del bar-tabaco-restaurante. Quentin Knockaert, de 33 años, se hizo cargo de la tienda hace cinco años.
El treintañero, procedente del Norte, sin embargo, no tenía ningún vínculo antes de llegar a la ciudad. Desde entonces crea Rock’n Fées, un festival que empieza a darse a conocer.
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Nacido cerca de Lille, Quentin Knockaert se mudó a Bretaña (Baud en Morbihan) cuando era adolescente. “Bueno en la escuela”, El treintañero, que todavía tiene hormigas en las piernas, tiene, sin embargo, dificultades para mantenerse quieto. Necesita moverse, emprender, “para hacer cosas” él admite.
Le resulta difícil encajar en el molde escolar. Por eso se incorporó a Quiberon a los 17 años….