Muy nostálgico de los años 80, Noor Ikken elogia la lentitud y la ternura en “El primer verano”. Su novela, la primera, publicada por Maha Éditions, fue presentada ayer ante un público atento y curioso en la librería Carrefour des livres de Casablanca.
A su lado, la periodista Michèle Desmottes, moderadora de este encuentro literario, no dudó en plantearle la pregunta que quienes hojearon el libro vieron surgir en sus labios: ¿hasta qué punto este libro es autobiográfico?
Amina, la protagonista, es una adolescente y como todos los adolescentes, vive el primer amor con sus primeras palpitaciones, sus primeros latidos y la sensación de que algo de repente le da razón a su existencia… Todo un trastorno.
“Este libro no cuenta mi historia personal… Seguramente hay algunas inspiraciones autobiográficas, pero no, Amina, no soy yo.“, afirma la escritora, cuya carrera profesional la predestinaba a la gestión empresarial antes de orientarse, contra todas las expectativas de su familia, hacia la literatura francesa.
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Por tanto habremos comprendido que en “El primer verano”, una historia de adolescencia, la autobiografía queda implícita. “Me empapé de mis recuerdos, de lo que me rodeaba en ese momento.», afirma el autor que aboga por un estilo de escritura casi melancólico. Sensible a lo que le rodea, Noor Ikken optó por capítulos cortos, con mucho diálogo, pero párrafos cortos. “Este escrito pictórico tuvo como objetivo, facilitar la lectura y que todos puedan entender un poco.», dice Noor Ikken.
“El primer verano” es también una obra que recuerda la época dorada de la nostalgia. Es decir, una época en la que el teléfono era fijo, por ejemplo, y en la que el aburrimiento no era una tragedia, sino una oportunidad para disfrutar de la vida…
Noor Ikken ya ha terminado de escribir su segunda obra. Será una secuela de su primera novela. Ella no dirá más por ahora.
