No te pierdas la que sin duda es una de las mejores series de este curso escolar. 1996. El jugador ruso Kasparov se enfrenta al Deep Blue, un ordenador diseñado por IBM. El hombre triunfa sobre la máquina. Pero los dirigentes de IBM, una empresa cuyas acciones caen peligrosamente y que sueñan con un gran truco publicitario, proponen en Nueva York una venganza por la considerable suma de un millón de dólares. Kasparov, inicialmente reacio, apoyado como siempre por su madre, acepta esta revancha en seis duelos. Pero detrás de escena, un brillante informático apodado PC por sus colegas y que trabaja bajo las órdenes de un ejecutivo particularmente agresivo, impulsa a Deep Blue para transformarlo en una formidable máquina de guerra. Y desde las primeras partidas, Kasparov tropieza, pierde bien y duda de sí mismo…
Y esta serie que ganó el gran premio en el concurso internacional Séries Mania el pasado mes de marzo está inspirada en una historia real…
Totalmente merecido. Impresionante convergencia de un escenario que, en seis episodios, analiza hasta el más mínimo detalle veraz y con el justo impulso ficticio, este agudo y cautivador cara a cara. Una división narrativa que se corresponde con la excelencia de la dirección de Yan England (1:54 en el cine), cineasta quebequense. Como peones en un tablero de ajedrez, su cámara se mueve con método y precisión, combinando nerviosos travellings y conquistando diagonales. Su producción atraviesa y rodea a sus protagonistas como una extensión de sus mentes. Es agudo, nervioso y no te suelta ni un solo segundo. En el papel principal, Christian Cooke, un impresionante actor británico, es la gran baza de este duelo. Después de “The Queen’s Game”, el ajedrez vuelve a ser increíble (¡¡juego de palabras!!) una vez más en esta serie. No te lo pierdas.
Salgamos de Nueva York hacia Gotham City con “El Pingüino” disponible en la plataforma Max
Todo el mundo conoce al Pingüino, uno de los muchos enemigos jurados de Batman. Se sabe menos sobre sus orígenes. Esta miniserie de ocho episodios recuerda su ascenso. Cuando ejecuta al heredero de un clan mafioso, OZ, su primer apodo, desencadena una guerra de bandas cuyos más mínimos rescoldos avivará gracias a su pérfida inteligencia y su innato sentido de la traición.
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Ningún héroe musculoso vestido de látex en esta tragedia al estilo Scorsese de Matt Reeves (último y mejor Batman del cine). Sólo este antihéroe solitario, denigrado y humillado desde su infancia, fascina aquí a los autores. Porque el Pingüino es el Yago de Otelo, el engaño en estado puro, nacido de la crasa maldad de la esperanza humana. Un héroe marxista, mantenido por todos en lo más bajo de la escala social (al contrario de Bruce Wayne, un niño rico) y que ascenderá eliminando uno a uno a sus adversarios. Una serie oscura llevada por la actuación de Colin Farrell, mucho menos sexy de lo habitual pero no menos excelente.
