Sin embargo, no está curado: su tratamiento continúa y no se trata de un “programa de verano completo”. Sus compromisos serán “cuidadosamente calibrados” en “estrecha consulta con sus médicos”, dijo el Palacio de Buckingham, anunciando el viernes la reanudación de un “cierto número” de compromisos.
También se espera que el Rey y la Reina reciban en junio, en fecha no especificada, al Emperador Naruhito de Japón y a su esposa, la Emperatriz Masako, para una visita de Estado por invitación del gobierno británico. Otros posibles compromisos (Royal Ascot, 80º aniversario del Día D, Trooping the Colour en junio, fiestas tradicionales en el jardín) estarán sujetos al consejo de sus médicos, cuando se acerque su fecha.
Según el Palacio de Buckingham, estos médicos están “muy animados por los progresos realizados hasta ahora y siguen siendo optimistas en cuanto a que la recuperación del Rey continuará”.
Impaciente por reanudar las actividades públicas
Nueve meses después de su coronación en mayo de 2023, el palacio anunció a principios de febrero que Carlos III padecía un cáncer, descubierto tras una operación de próstata en enero. Su naturaleza y estado de salud nunca fueron precisados, pero el anuncio de su enfermedad supuso en sí mismo una pequeña revolución, rompiendo el silencio que hasta entonces rodeaba la salud del rey.
Carlos III suspendió entonces sus actividades públicas, pero continuó con sus tareas de monarca constitucional, que incluyen firmar leyes, reunirse periódicamente con el Primer Ministro y validar determinados nombramientos. El palacio publicaba periódicamente fotografías o vídeos muy breves de él recibiendo personalidades, preparando un discurso o leyendo tarjetas de recuperación.
El rey, muy activo antes de su cáncer, aparentemente estaba deseoso de retomar sus actividades públicas. “Creo que está muy frustrado (…) por no poder hacer todo lo que quiere”, declaró a finales de marzo su sobrino Peter Phillips, hijo de la princesa Ana, en Sky News Australia. que Carlos III “presionó” a quienes lo rodeaban, incluidos sus médicos, a hacer más.
El domingo de Pascua, con el rostro demacrado pero alegre, el rey disfrutó de un breve baño multitudinario cuidadosamente coreografiado, al final de los maitines en la capilla del Castillo de Windsor.
El año 2024 ha sido especialmente difícil para la familia real británica. Además del rey, la princesa de Gales, Kate, también sufre un cáncer, detectado tras una importante operación abdominal en enero.
