El delantero de los Chicago Blackhawks, Taylor Hall, excluido del partido del sábado contra los Vancouver Canucks, fue el primero en sorprenderse.
El ex primera selección general y ganador del Trofeo Hart criticó la decisión del entrenador en jefe Luke Richardson el lunes, citando una falta de comunicación. El veterano de 33 años sabía que estaba luchando, pero no hasta el punto de tener que saltarse su turno.
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“Si hubiera habido conversaciones en los días previos al juego o si me hubieran mostrado videos constantemente, eso habría sido una cosa. Me sorprendió un poco”, dijo Hall en conferencia de prensa.
Con seis puntos en su palmarés en 17 partidos y un diferencial de -5, el lateral izquierdo no da lo suficiente para el gusto de Richardson. El ex segundo entrenador de los Montreal Canadiens está tranquilo con su decisión.
“A veces les das a los veteranos un período de gracia un poco más largo y sé que estaba frustrado”, admitió. “No quiero que sienta esta frustración por mucho tiempo, así que fue un buen momento para dar un pequeño paso atrás”.
En la misma longitud de onda
Hall regresará a su posición el martes cuando los Blackhawks reciban a los Anaheim Ducks. Aún con la decisión en la garganta, la acepta con humildad.
«[Richardson] Pensé que era mejor para mí tomarme un descanso, así que eso fue lo que hice”, dijo. “Hay algunas cosas en mi juego que necesitan mejorar y Luke y el cuerpo técnico sólo quieren que lo haga mejor”.
Sin duda, este incidente debería permitir que Hall y Richardson se encuentren en la misma onda. El técnico también reconoce que su gestión de la decisión no fue la mejor.
“En mis conversaciones con él tengo que conocer más al jugador para entender cómo quiere afrontar esto. Hablamos mucho durante y después, pero tal vez hubiera sido necesario más [de communication] antes”, admitió Richardson.
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