Perder 1-0 fuera de casa en una serie de ida y vuelta no es nada dramático. Esta es la afirmación que los jugadores y entrenadores del Fribourg-Gottéron deben tener en cuenta tras la derrota del martes en el partido de ida de los octavos de final de la CHL contra los Väjxö Lakers. No, este partido no estuvo mal en general, pero la incapacidad para generar ataques peligrosos y marcar goles sigue siendo preocupante.
Gottéron llegó a Suecia con buenas intenciones. El dominio al inicio del partido es prueba de ello. Hasta los primeros penaltis a mitad del primer tiempo, los Dragones parecían ser el único equipo sobre el hielo del Vida Arena. Friburgo permitió que Väjxö volviera al partido y el ritmo se equilibró. Asistimos a un duelo entre dos equipos muy apretados en la zona defensiva, liderados por buenos porteros y con pleno control de su talento.
De hecho, los dos ataques tuvieron grandes dificultades para crear ocasiones de gol desde la zona de pago. Una de las únicas grandes oportunidades de los Dragones llegó en la segunda mitad gracias al bastón de Lucas Wallmark. Un perfecto y violento disparo en la muñeca… pero en el poste. Esta falta de realismo acabó saliendo cara. Unos minutos después de esta oportunidad perdida, el defensa Elías Rosén frustró a Reto Berra tras una perfecta puesta en escena de su compañero Dylan McLaughlin.
Esta ventaja de 1-0 fue suficiente para los Lakers, que simplemente cerraron el partido en el tercer tiempo y dejaron pasar la tormenta de Friburgo.
Nos vemos en una semana
Los dos equipos se enfrentan el próximo martes en el BCF Aréna para el partido de vuelta de esta serie. Los Friburgo tendrán que volver a lo básico ante un equipo que sabe cerrar el partido. Los pases con pocas posibilidades de éxito, que muchas veces se convierten en pérdidas de balón. Así, el portero del Väjxö, Adam Åhman, tal vez vea más de 14 remates durante el partido…
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