Tres pequeños contratiempos, incluido uno al final de la tanda de penaltis, en 18 partidos en casa: el Lausana HC, con sus 43 unidades recogidas entre sus paredes (2,39 puntos/partido), es simplemente injugable en el estadio Vaudoise esta temporada. De nuevo.
En 2023-2024, los Leones ya habían completado la temporada regular con el estatus de equipo más exitoso del país en casa. Lo habían confirmado en el play-off, perdiendo sólo dos de los nueve partidos disputados en Malley (contra el HC Davos, en cuartos de final).
“La mejor pista de la liga”
Líder de la clasificación de la Liga Nacional, ocho puntos por delante de su segundo clasificado en Zúrich (que, sin embargo, tiene cuatro partidos menos en el calendario), ¿tiene el LHC un secreto para ser tan formidable en el estadio Vaudoise?
“Con el paso de los años, aquí nos hemos hecho cada vez más fuertes”, afirma el capitán Joël Genazzi. El año pasado estuvimos fuertes en los play-offs en casa. Esto nos permitió crear una conexión con el público. Los rivales ahora saben que, si quieren venir a ganar aquí, les dolerá y será difícil”.
El experimentado defensa, que comparte la capitanía del Vaud con el delantero austriaco Michael Raffl, intenta algunas explicaciones racionales.
“Jugamos muchos partidos delante de mucha gente”, continúa. Nos da energía. Además, si la pista está llena, es la mejor de la liga. No hay pista de hielo más bonita, sobre todo por el muro. “Aquí es realmente un campo de hockey”.
Además del aspecto vinculado al público y su apoyo, el lausanés más exitoso de la historia ve una ventaja real en evolucionar en un territorio familiar.
“Porque tienes tu rutina y tus hábitos”, explica el nº 79 del LHC. Conoces el tráfico en Lausana, lo que te permite llegar siempre a la misma hora. No tienes transporte. Llegas aquí y estás listo para jugar. También conoces el vestuario o la música cuando llegas al hielo. Todas estas son cosas que son difíciles de crear externamente”.
La ventaja del último cambio
Joël Genazzi también destaca el excelente aprovechamiento del último cambio de línea realizado por su entrenador. Un elogio que Geoff Ward devuelve a su grupo.
“Nos gusta mantener a todos nuestros jugadores en el juego y que tengan sus minutos de hielo”, explica el técnico canadiense. En ese sentido, les doy mucho crédito a los muchachos. Este último cambio lo han aprovechado, porque nuestras cuatro líneas están preparadas para jugar. Algunas noches sentimos que podemos lanzar cualquier línea sobre el hielo para desafiar a las líneas contrarias. Cuando tienes esta oportunidad, todos permanecen en el juego.
En opinión del cuerpo técnico de Lausana, la ejecución del sistema, la energía y la solidez empleadas, así como la gestión de los detalles, no deben variar, ya sea que los Lions jueguen en casa o fuera. A pesar de todo, Laurent Perroton observa un juego vaudois ligeramente diferente por parte de Malley.
“En casa están mal ventilados”, señala el asesor de Léman Bleu. Siempre empiezan los partidos muy fuertes. Acosan a sus oponentes gracias a la intensidad de su presión, lo que provoca muchos errores individuales o colectivos. Porque siempre acaba rompiéndose en la cara”.
“El LHC doméstico es una apisonadora”
Formidables sin disco, también lo son cuando lo tienen al final de su paleta. “Traen largos momentos de posesión”, continúa. Regularmente logran cambiar a los cinco jugadores, sin que los rivales puedan escapar de su zona defensiva. Mental y físicamente, es terrible. En resumen, el LHC doméstico es una apisonadora. Inteligente, no impaciente”.
Todos estos elementos hacen que el estadio Vaudoise sea, según Geoff Ward, “un lugar difícil para los equipos que tienen que venir a jugar aquí”. De momento, no pueden contradecir al técnico canadiense.