Tácticamente primero, El Cholo decidió abandonar (la mayor parte del tiempo) su defensa triple para adoptar un patrón más clásico (4-4-2). Esto es también lo que le costó a Axel Witsel (que reemplazó al lesionado Giménez el sábado por la tarde) su lugar en el once titular, pero también es lo que permitió a la defensa recuperar su solidez legendaria (la mejor defensa de la Liga con 12 goles encajados). Esta nueva animación también permite a Barrios y De Paul reinar en el mediocampo, mientras que la dupla Griezmann-Álvarez hace maravillas en la delantera.
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Como Leverkusen
Pero más allá de las adaptaciones tácticas que permitieron a varios jugadores florecer más, los Colchoneros heredaron algo extra. Lo mismo, a veces inexplicable, que permitió al Bayer Leverkusen ganar la Bundesliga la temporada pasada: el éxito insolente al final del partido. Capaz de aguantar golpes durante largos minutos sin caer, este Atleti puede noquear a un rival con sólo marcar un gol cuando se acerca el pitido final. El Barça pagó el precio el sábado por la noche. Como muchos otros: el 42% de los goles en La Liga (14/33) se marcaron después del minuto 75.
PSG y Leipzig también pagaron el precio en la Champions. Sin embargo, esto no es una coincidencia. La aportación de suplentes se ha convertido en la seña de identidad de Simeone. Un tercio de los goles ligueros los marcaron jugadores procedentes del banquillo, con Alexander Sorloth (5) como comodín de lujo. Aquí también el Barça pagó el precio. En realidad, pocas de las sustituciones realizadas por Simeone aportan algo. Y esto es lo que mantiene involucrados a todos los jugadores del grupo.
“Lo más fuerte que tenemos es el grupo. Nuestra manera de competir con dos monstruos como el Madrid y el Barça es tener a todo el equipo en buena forma”insiste el técnico argentino que, eso sí, también aprovechó el desplome de sus dos competidores para ponerse líder de La Liga como regalo de Navidad. ¿Antes de un título en 2025?
