El proceso de selección del nuevo entrenador de la selección senegalesa, percibido inicialmente como una pura formalidad, revela ahora varias complejidades. Si bien la Federación Senegalesa de Fútbol pareció unánime en su elección de Pape Thiaw, las cuestiones salariales ensombrecen su inminente nombramiento. Según informa Sud Quotidien, la cuestión radica en el tratamiento salarial, tema en el que el Ministerio de Deportes se muestra intransigencia.
Durante su reciente intervención en RTS, Nala Soce Fall, asesor técnico del ministro de Deportes, subrayó que Thiaw, apoyado por el comité ejecutivo federal, no podía aspirar a beneficiarse de las mismas condiciones financieras que su predecesor. Fall insistió en un tratamiento basado en resultados, un requisito considerado justo para otras disciplinas deportivas. Esta postura ministerial contrasta con el entusiasmo popular que rodea la candidatura de Thiaw, alimentando una tensión entre las expectativas públicas y las limitaciones presupuestarias del gobierno.
Según Sud Quotidien, este inicio de mandato se está volviendo más complejo para Pape Thiaw, atrapado entre el evidente apoyo de la Federación y las reservas del gobierno sobre su remuneración. El ajuste salarial impuesto parece poner en duda no sólo su esperanza de un rápido doblaje sino también el reconocimiento del puesto que se supone que debe ocupar. Así, la situación actual plantea una reflexión sobre el estatus y los beneficios asociados a la función de seleccionador nacional en el contexto financiero senegalés.