Insatisfecho con la suerte reservada a su hijo por los educadores del club de fútbol, un padre es sospechoso de haber incendiado los vehículos de dos entrenadores para vengarse. Fue procesado el miércoles 18 de diciembre.
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Los hechos provocaron la cancelación de todo un fin de semana de fútbol amateur en Alto Garona. A finales de octubre, dos educadores del club de fútbol Colomiers vieron quemados sus coches y, en el caso de uno de ellos, parte de su casa.
Ataques que no fueron una casualidad y que llevaron a la acusación de tres personas el miércoles 18 de diciembre, informa La Dépêche du Midi. Según el diario regional, el padre de un joven jugador de 11 años está detrás de lo que podría ser una “vendetta” llevada a cabo con la ayuda de dos cómplices.
¿Causa del resentimiento? El tiempo de juego de los hijos, considerado insuficiente por el padre de familia. El trío iba a ser presentado ante un juez para que se pronunciara sobre una posible detención.
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El asunto tuvo eco nacional y provocó reacciones incluso en el club de élite. Destacando así la presión que podría ejercerse sobre los jóvenes profesionales y los educadores que son responsables de ellos.
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