Hace unos meses, Michel Bergeron fue blanco de fuertes críticas por sus comentarios sobre Nick Suzuki y su polémica elección de pasar sus vacaciones en un todo incluido de lujo en República Dominicana.
“¿Cansado de qué?” » dijo, incrédulo, después de enterarse de que el capitán canadiense se había regalado una escapada de 4.000 dólares la noche en lugar de representar a Canadá en el Campeonato Mundial. TIENE
En ese momento, Bergeron fue arrastrado por el barro, acusado de estar fuera de contacto e injusto con un joven jugador prometedor.
Pero hoy, cuando Suzuki fue excluido de las últimas plazas disponibles para el equipo de Canadá en el torneo de las 4 Naciones, está claro que el viejo tigre tenía razón.
El lujo antes que el deber: una elección cara…
En mayo pasado, mientras varios jugadores eliminados de los playoffs se unían al equipo de Canadá para el Mundial, Nick Suzuki y su esposa, Caitlin Fitzgerald, se relajaban en uno de los complejos hoteleros más caros de la República Dominicana.
Fitzgerald no dudó en publicar fotos de su estancia en las redes sociales, dejando al descubierto la opulencia de su escapada.
Una elección que encendió la pólvora y provocó la ira de Bergeron.
“Cuando eres capitán de un equipo como el canadiense, tienes responsabilidades, no sólo hacia tu club, sino también hacia tu país”, insistió en TVA Sports.
Los directivos del equipo de Canadá nunca han comentado públicamente sobre esta decisión, pero varios analistas creen que esta ausencia dejó un sabor amargo.
Representar a su país en el escenario internacional a menudo se considera un honor y un deber.
Suzuki, al elegir el lujo en lugar del suéter rojo y blanco, puede haber enviado un mensaje equivocado.
Según Bergeron, este paso en falso ciertamente influyó en la percepción que los responsables de la toma de decisiones de Hockey Canada tienen sobre él.
Al margen de esta escapada, parece que Suzuki no ha tenido su mejor verano en cuanto a preparación física se refiere. Los primeros partidos de la temporada revelaron a un jugador por detrás de su ritmo habitual, falto de explosividad y consistencia.
Su lento regreso a su mejor forma alimentó los rumores de que su entrenamiento fuera de temporada no estuvo a la altura.
Michel Bergeron había señalado este problema desde el inicio de la temporada.
“Cuando eliges tomártelo con calma durante el verano en lugar de entrenar como lo hacen los grandes capitanes, se acaba notando”, afirmó.
Esta falta de preparación también podría explicar por qué Suzuki no fue seleccionado entre los finalistas del Equipo de Canadá en el torneo de las 4 Naciones, una competición que requiere un alto nivel de rendimiento e intensidad desde el principio.
Si Suzuki es capaz de tener arrebatos brillantes, su inconsistencia esta temporada no ha hecho más que acentuar las dudas sobre él.
Algunas noches muestra destellos del jugador inteligente y creativo que los fanáticos esperan. Pero con demasiada frecuencia parece estar en piloto automático, incapaz de imponer su juego en momentos cruciales.
Para un jugador que aspira a competir con los mejores del mundo, estas mediocres actuaciones no son suficientes.
Hockey Canada, con sus altos estándares, parece haber tenido en cuenta esta inconsistencia.
En un equipo donde las posiciones son escasas, Suzuki simplemente no ha hecho lo suficiente para destacar.
Para Michel Bergeron, esta exclusión de Suzuki casi podría verse como una forma de venganza. Después de haber sido criticado por sus comentarios, ahora es difícil negar que tenía razón en varios puntos.
Suzuki no sólo perdió la oportunidad de brillar en el escenario internacional, sino que también reforzó la idea de que a veces le falta la intensidad y la seriedad necesarias para ser un líder al más alto nivel.
Bergeron, que había sido objeto de burlas por su salida contra las vacaciones de Suzuki, ahora ve validadas sus críticas.
Y si los seguidores y los medios de comunicación se apresuraron a desacreditarlo, el resultado final parece darle la razón.
Al final, Nick Suzuki es el gran perdedor de esta saga. Al optar por priorizar la comodidad y la relajación por encima de su desarrollo y compromiso con el hockey canadiense, perdió una valiosa oportunidad.
Ser capitán de los Montreal Canadiens es una gran responsabilidad, pero Suzuki ha demostrado que aún queda camino por recorrer para comprender y encarnar plenamente este papel.
Para Michel Bergeron, este resultado es una validación. Su crítica, aunque dura, se basó en expectativas legítimas de un jugador que supuestamente representaba a la élite.
Y si los seguidores todavía se ríen de las fantasías de Bergeron, queda una pregunta: ¿y si hubiera tenido razón desde el principio?
Nick Suzuki ahora tendrá que demostrar que es capaz de aprender de estos errores.
De lo contrario, estas críticas continuarán sobre él, eclipsando sus logros y dejando a los fanáticos preguntándose si realmente es el capitán que Montreal necesita.