“Hasta ahora he recorrido 19.000 kilómetros, en casi 30 países”: cruzar África en bicicleta, el loco desafío de un residente de Aveyron

“Hasta ahora he recorrido 19.000 kilómetros, en casi 30 países”: cruzar África en bicicleta, el loco desafío de un residente de Aveyron
“Hasta ahora he recorrido 19.000 kilómetros, en casi 30 países”: cruzar África en bicicleta, el loco desafío de un residente de Aveyron
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lo esencial
El panadero y pastelero de 36 años se embarcó hace once meses en el reto de su vida: cruzar África en bicicleta.

Con el pelo al viento en medio del campo y las montañas de Aveyron, o en su laboratorio de panadería-pastelería en Nant, Vivien siempre tuvo una idea en mente: cruzar la cuna de la humanidad. Aunque estaba “listo para partir en 2020”, dice, la pandemia de Covid mantuvo al treintañero en casa. Pero el 11 de junio de 2023 no había posibilidad de darse por vencido, se montó en su bicicleta y se dirigió al sur del mundo para completar su misión.

Un viaje iniciático

“Hasta ahora he recorrido 19.000 kilómetros, recorriendo casi 30 países desde Francia”, dice Vivien. Saliendo de Francia, atravesó Europa pasando por Italia y los Balcanes, antes de llegar al primer país de su viaje: Turquía. En su camino, Vivien admite haber tenido “sorpresas muy agradables”. Entre los destinos que le marcaron se encuentra Arabia Saudí, que se vio obligado a cruzar para evitar un Sudán en guerra. “Es un país desértico y de paisajes suntuosos, donde la gente es extraordinariamente amable”, afirma el trotamundos, a quien en ocasiones los lugareños ofrecieron hospitalidad durante su viaje. Recuerda también su paso por Uganda, Malawi o Botswana, en los que pudo hacer compañeros de viaje con la fauna local. Así, reconoce haber tenido la oportunidad de “compartir una parte del camino con jirafas y elefantes”. Pero lo que más llamó la atención del panadero fue “la imagen sesgada que los europeos tienen de la realidad de este continente”, afirmó. “No es más peligroso que en otros lugares. La gente siempre es muy acogedora. Todo ha evolucionado enormemente y merece la pena visitar África”, admite Vivien.

Para éste, este no es el primer viaje. Después de trabajar durante 8 años en París, pasó 2 en Londres y luego en Nueva York, siempre en la pastelería, antes de embarcarse en el descubrimiento de América del Sur. Durante 14 meses se movió sólo con una mochila y medios de transporte locales. “Es una locura darse cuenta de que hay tantas similitudes entre América del Sur y África”, afirma, con personas que “marcan sus vidas con música y colores”. ”.

“Francia y Aveyron quedan grabados en mi corazón”

Con sólo 35 años, Vivien ya cuenta con una amplia experiencia profesional. Tan pronto como terminó su CAP/BEP en Château-Chinon, se dirigió rápidamente a la capital para trabajar en restaurantes con estrellas. También recuerda “haber servido al presidente Chirac”. En Londres, también cocinó en restaurantes gourmet, en particular el de Alain Ducasse. Y cuando le preguntamos a Vivien qué es lo que más extrañaba durante sus viajes, su respuesta es clara: “pan, queso, vino y mi familia por supuesto”. Así, a pesar de sus numerosos viajes, el pastelero de formación mantiene un fuerte apego a su tierra natal.

Nacido en la campiña nivernesa donde creció, está estrechamente vinculado a Aveyron, territorio que lo conquistó inmediatamente. “Conocía Cantal, pero no conocía Aveyron antes de venir a trabajar a Nant”, admite. “Pero descubrí un territorio muy apegado a su paisaje y a su historia, especialmente en el sur, con los restos medievales, en particular de La Couvertoirade, que me dejaron una huella”, describe. Por lo tanto, Aveyron ocupa un lugar especial en el corazón de Vivien: conmovido, explica que este departamento le recuerda “parte de su infancia en las llanuras de Nièvre”.

Si el pastelero profesional también está vinculado a Aveyron, es también porque allí obtuvo su diploma de panadero, lo que hoy le permite ver su futuro de otra manera. “A mi regreso de África, haré una gira por Francia para encontrarme con mis amigos e iré a Nant a ver la panadería nuevamente”, declara. “Pero después quiero trabajar en tres panaderías con métodos diferentes, perfeccionar mi formación y abrir mi propio establecimiento”, anuncia el trotamundos, que quizás podría instalarse en Aveyron. Sin embargo, antes de emprender sus futuros proyectos, Vivien quiere sobre todo disfrutar del final de su viaje, que considera “la experiencia de su vida”.

Actualmente se encuentra en el sur de Namibia, y se espera que llegue a Sudáfrica el próximo mes, donde sus padres pasarán tres semanas con él. Luego, completará su viaje por África en Marruecos durante el mes de agosto, para llegar a Europa en barco por el Mediterráneo. Una cosa es segura para el ciclista: este viaje es “el descubrimiento de una autenticidad y de una forma de vida”, de la que sale crecido.

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