El torneo sub-20 de la UNAF, celebrado recientemente en Egipto, permitió a la selección marroquí, dirigida por Mohamed Ouahbi, asegurarse de forma brillante su billete para la fase final de la categoría Copa Africana de Naciones. Pero más allá de esta clasificación, la competición reveló talentos prometedores, como Mouad Dahhak, un joven prodigio de 19 años formado en la Academia de Fútbol Mohammed VI.
Dahhak se consolidó como una de las estrellas en ascenso del fútbol marroquí durante esta competición. Sobre el terreno de juego brilló por su excepcional visión del juego, su velocidad de ejecución y su capacidad para leer inteligentemente cada movimiento. Sus agudas infiltraciones, combinadas con una notable precisión en sus pases, lo convierten en un jugador completo, capaz, por sí solo, de cambiar el curso de un partido.
El sábado, contra Libia, su impacto fue innegable: un penalti convertido con tranquilidad en la primera parte para abrir el marcador, una asistencia en la segunda parte y una actuación de altos vuelos durante todo el partido. Por eso no sorprende que por segunda vez en la competición fuera elegido “Jugador del Partido”. De hecho, el joven delantero del UTS ya había impresionado unos días antes contra Egipto con una actuación ejemplar y luego contra Túnez marcando un gol decisivo.
Si Dahhak resulta tan atractivo es gracias a su capacidad de combinar elegancia y eficacia. Un atacante polivalente, sabe ser decisivo en la zona de la verdad participando activamente en la construcción del juego. Para muchos observadores, no hay duda de que este joven jugador tiene el potencial necesario para evolucionar al más alto nivel en Europa. Su perfil se adapta perfectamente a las exigencias de las grandes ligas europeas. Permanecer confinado en Botola, incluso dentro de un club prestigioso, podría parecer un escenario demasiado estrecho para el deslumbrante talento de Mouad Dahhak. Naturalmente, su futuro parece apuntar hacia Europa, donde las exigencias de las grandes ligas le proporcionarían un terreno fértil para perfeccionar sus cualidades. Evolucionar en un entorno competitivo y estructurado le permitiría perfeccionar su registro técnico, perfeccionar sus capacidades físicas y aclimatarse a las altas esferas del fútbol mundial.
En cualquier caso, la atención se centra ahora en Mouad Dahhak. Sus actuaciones en Egipto no han pasado desapercibidas y su perfil, a medio camino entre un atacante instintivo y un líder reflexivo, ya está llamando la atención de los reclutadores europeos. ¿Podrá transformar su potencial en un verdadero éxito internacional? Sólo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura para este joven delantero: lo mejor está por llegar.
Mehdi Ouassat