15 de noviembre de 2014. En el O2 Arena de Londres, Roger Federer y Stan Wawrinka se enfrentan en la semifinal del Masters. Con 6-4, 4-4, los Vaudois cogieron una nueva raqueta y se la lanzaron al árbitro francés Cédric Mourier. “¿Sabes por qué no escuchaste nada? Porque no estoy de su lado. Lo mismo hizo en Wimbledon. Cada vez que estoy de su lado, ella grita antes de que saque. Es insoportable”.
Un set después, el partido entra en su tiempo de dinero (6-4 5-7 5-5 40A). Federer está sacando pero Wawrinka se levanta de su posición a cambio. Señala con su raqueta a Mirka, la esposa del “Maestro”, y la suelta. “No justo antes del servicio”. La mujer del Basilea responde con un “niño llorón” (nota del editor: llorón). “Stan The Man” llama a Cédric Mourier (“¿Qué dijo ella?”), quien intenta encubrir el asunto – según dijo entonces a 20 Minutos – para que se reanude el partido.
Wawrinka finalmente perdió el partido en el tie-break, pero no echó más leña al fuego en la rueda de prensa. Federer, probablemente para evitar ser bombardeado con preguntas sobre su esposa pero también sobre la lesión que acababa de sufrir, no asistió a la reunión de prensa esa noche. La leyenda estadounidense John McEnroe informó entonces que las cosas se estaban calentando detrás de escena entre los dos jugadores.
“Afortunadamente, después no hubo cámaras en los pasillos ni en los vestuarios”, revela Wawrinka, ocho años después, en el podcast “RMC Court No 1”. El altercado no se detuvo en el campo. Fue muy, muy tenso, muy caliente. Era complicado gestionarlo por ambos lados. Nos enojamos por las emociones del partido”.
Entrenador de uno y capitán del otro, Severin Lüthi se encuentra en el medio. Él recuerda. “No sé qué pasó antes de llegar al vestuario. Fui directo a casa de Roger porque en el Masters cada jugador tiene su pequeño espacio. Luego fui a ver a Stan. Estaba en el gimnasio y estaba limpiando. Empezamos a hablar y unos minutos después llegó Roger. Estábamos 15 minutos después de que terminara el partido, ellos todavía estaban muy emocionados. Uno acababa de perder la oportunidad de llegar a la final (Wawrinka), el otro ya no podía caminar (Federer). Con la adrenalina fue un poco complicado. Pero nunca hubo agresión entre los dos”.
El domingo, Federer, lesionado en la espalda, perdió su final contra Novak Djokovic a las 18:27 horas. Al día siguiente, el residente en Basilea llegó al aeropuerto de Lille, escenario de la final de la Copa Davis, en un jet privado. Los Vaudois eligieron el Eurostar. Los medios informaron entonces que inicialmente debían viajar juntos. Su viaje separado alimenta la teoría de que están en malos términos. Si el clan suizo hubiera querido sacar al menos algo positivo del “Mirkagate” y sembrar discordia en las mentes francesas, no lo habrían podido hacer mejor.
Episodio 2: La espalda de Roger Federer