Para el presidente olímpico Pablo Longoria, cualquier oportunidad es buena para burlarse del rival parisino.
A Pablo Longoria, el hombre fuerte del OM, le gustaba mucho ganarse el cariño de los aficionados olímpicos. No se trata tanto de arreglar el propio club como de burlarse del enemigo parisino. Esto es lo que hizo en su última aparición mediática.
Longoria en el summum de la insolencia
En declaraciones para el diario italiano Corriere della Sera, el español indicó que su objetivo final en el Vélodrome es hacer del OM un club que sea la antítesis del PSG.
“Tenemos un proyecto para revitalizar el club a lo largo de tres años: el objetivo es convertirnos en el anti-PSG. Mientras tanto, somos el único equipo francés que ha ganado la Liga de Campeones.“, confió.
La disputa corre el riesgo de caer muy mal entre los partidarios de Ile-de-France. Porque en lugar de centrarse en su propio equipo, Longoria aprovecha la rivalidad existente entre los dos clubes para aumentar su popularidad.
Además, todavía parece bastante inapropiado criticar a un club con un rendimiento deportivo significativamente mayor y que, sobre todo, acaba de visitar el Vélodrome (3-0). Longoria tal vez olvidó demasiado rápido que durante su mandato, e incluso el de su predecesor, el Marsella todavía no venció al PSG en casa en Liga.
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