Varios patrones que compiten en la décima edición de la Vendée Globe quedaron atrapados al pasar por Doldrums, temido por su clima siempre muy caprichoso.
Es uno de los pasajes más temidos. Poco más de dos semanas después del inicio de la décima edición de la Vendée Globe, los patrones afrontaron el paso del famoso Doldrums, situado en medio del Atlántico y temido por su clima tan incierto como caprichoso. Y algunos de ellos se encontraron atrapados.
Es el caso de Sébastien Simon y Antoine Cornic, que vivieron momentos complicados al atravesar esta zona donde los vientos alisios del hemisferio norte y los del sur se amortiguan mutuamente. “Creo que podemos redefinir el infierno. Ha estado así desde la una de la madrugada. Me estoy volviendo loco”, dijo Antoine Cornic, a cámara lenta a bordo de su monocasco. “Vamos, saldremos de esto…” añadió, no sin cierto fastidio.
Sébastien Simon también compartió su exasperación. “Aquí viene el Doldrums… ¡La olla de mierda!”, espetó, mientras se enfrentaba a condiciones climáticas complicadas. “El viento ha cambiado 80 grados, ha aumentado a 25 nudos, está lloviendo… Ahí está el estancamiento. Uno pensaría que hacía buen tiempo, pero no, no siempre”, lamentó.
Liderando la regata en solitario sin asistencia y sin escala, cayó al 4º puesto de la clasificación tras este difícil paso. Por su parte, Antoine Cornic navegaba en la 34ª posición en el último marcador. Y si algunos navegantes han pasado por momentos difíciles, Thomas Ruyant supo sortear perfectamente esta travesía para hacerse con el control de esta Vendée Globe.
France
