Después de más de tres días en el mar, ninguno de los 40 patrones inscritos en la 10ª Vendée Globe ha informado todavía de daños importantes a bordo de su velero. Una rareza que se explica tanto por el buen tiempo como por la buena preparación de los equipos participantes.
Vendée Globe: Justine Mettraux lista para este viaje
La regatista ginebrina presenta el barco con el que competirá en esta regata de vuelta al mundo. Se trata de la primera participación en la Vendée Globe de la suiza de 38 años.
12.11.2024
Desde la primera edición de la vuelta al mundo en solitario en 1989, los abandonos y roturas importantes se producen con frecuencia en los primeros días del viaje, ya que el desafío físico y tecnológico al que se enfrentan los arcos es grande.
“Para los navegantes es muy complicado pasar de la feria del pueblo a ir en solitario”, señala el periodista especializado Didier Ravon, autor de un libro bien documentado, “La Vendée Globe: 35 años de aventuras” (Ediciones Gallimard Loisirs 2024).
En 1992, un temporal azotó a la flota en pleno Golfo de Vizcaya. El británico Nigel Burgess se ahogó, mientras que Loïck Peyron se vio obligado a tirar la toalla tras comprobar una delaminación (desmoronamiento del casco que podría provocar una vía de agua) en su barco.
Este año, a excepción de pequeños daños (problema de cilindros para Boris Herrmann, pequeña fuga para Thomas Ruyant…) y la pérdida durante la noche del martes al miércoles de una vela mayor para Clarisse Cream, todo va bien para los patrones.
Buen tiempo
“No me sorprende mucho, el tiempo era muy favorable, cuando sales con el viento a favor es más fácil para todos porque los barcos sufren menos”, explica Didier Ravon.
Desde que abandonaron Les Sables-d’Olonne el domingo, los navegantes se han beneficiado de un tiempo muy suave y han navegado casi exclusivamente a favor del viento, empujándolos tranquilamente a lo largo del Atlántico Norte. “Si hubieran zarpado con una fuerte ráfaga de viento en el Golfo de Vizcaya y con viradas en ceñida, tendrían más posibilidades de llevarse los mástiles a la cabeza”, estima Didier Ravon.
Como en 2008, cuando Kito de Pavant, Yannick Bestaven y Marc Thiercelin desarbolaron los tres en el mismo lugar, apenas dos días después del disparo. El futuro ganador, Michel Desjoyeaux, regresó a Les Sables-d’Olonne para partir 48 horas después.
El único inconveniente de esta “partida de ensueño” son los problemas físicos reportados por varios marineros que esperan poder curarse con el tiempo: Maxime Sorel y Jingkun Xu tienen que lidiar con una lesión en el tobillo.
“Nunca tan bien preparado”
“La traumatología adquiere un papel central en estos nuevos barcos: son tan potentes, los choques son más violentos que no se puede navegar con el gas sin correr el riesgo de hacerse daño”, afirma Didier Ravon. Si las condiciones meteorológicas ayudaron a la flota a “soportar el impacto” de la salida, la preparación de los equipos nunca había sido tan exhaustiva antes de una Vendée Globe, lo que también contribuyó a esta actuación impecable.
Todos los participantes tuvieron que participar en un agotador curso de clasificación para llegar a la meta, con tres regatas transatlánticas en solitario en dos años. “Era fundamental sentirse bien a bordo del barco, poner a prueba sus límites, saber qué velas utilizamos y en qué condiciones”, explica Violette Dorange, la más joven de los participantes, con sólo 23 años.
“Las parejas de patrones de barco están cada vez más preparadas”, afirma Didier Ravon. “En las primeras cuatro ediciones, a las 23 horas del día anterior a la salida, todavía podíamos escuchar a chicos con chignoles (dril, nota del editor) trabajando en los barcos. Este año, incluso los equipos pequeños terminaron todo el sábado”, afirma.
Hasta el Atlántico Sur, según las últimas previsiones, la flota debería estar relativamente a salvo de las inclemencias meteorológicas. Y si bien los temidos Doldrums probablemente tendrán su cuota de peligros, los primeros grandes golpes se esperan en el Océano Índico. “Puede que sean violentos, pero estarán bien macerados”, juzga el periodista especializado.
Una Vendée Globe sin ningún abandono sería algo inaudito. De los 200 intentos de completar la vuelta al mundo desde la creación de la carrera, 86 han fracasado.
Alan Roura: “Me voy con el cuchillo entre los dientes”
Alan Roura tiene sólo 31 años, pero ya comenzará su tercera Vendée Globe el 10 de noviembre en Les Sables d’Olonnes. “Los minutos me parecen interminables, los días aún más. No veo la hora de estar en la salida”, confiesa el ginebrino a Keystone-ATS.
16.10.2024