El Manchester City atraviesa un período tenso e inusual, marcado por una racha de cuatro derrotas consecutivas. Esta mala racha comenzó en la Copa de la Liga contra el Tottenham, luego continuó en la Premier League y la Liga de Campeones, con una derrota ante el Brighton en el campeonato. Este resultado negativo pone de relieve las dificultades del equipo, que ya se encuentra a cinco puntos del Liverpool en la Premier League.
Las lesiones juegan un papel importante en esta crisis. El City debe lidiar con varias ausencias de jugadores clave, incluidos Rodri, Jack Grealish y Jérémy Doku. Pep Guardiola, que debe gestionar una plantilla reducida, se ve obligado a recurrir a jugadores que no están en su mejor nivel. Esto complica el desempeño del equipo, que lucha por encontrar la estabilidad habitual.
FALTA DE CARÁCTER
Las figuras de liderazgo Kyle Walker e Ilkay Gündogan hablaron públicamente sobre la necesidad de que los jugadores demuestren carácter y se mantengan unidos ante esta tormenta. Walker destacó la importancia de levantarse y mostrar resiliencia, recordando que el City tiene experiencia de desafíos. Gündogan, por su parte, destaca la responsabilidad colectiva y la necesidad de volver al nivel habitual de estándares.
¿TENSIONES?
Las tensiones internas también han aumentado. Guardiola mantuvo tensos intercambios con determinados directivos, como Walker y Bernardo Silva. Al técnico catalán no le gustó que determinados jugadores, entre ellos Grealish, participaran en las selecciones internacionales cuando no estaban en su gran forma. El nerviosismo también se deja sentir en Guardiola, que cambió sus hábitos previos al partido para supervisar a su equipo desde el calentamiento.
Por parte de los jugadores, la frustración es palpable. Erling Haaland, en particular, expresó su enfado tras las recientes derrotas, demostrando que incluso los delanteros sienten la mayor presión. Guardiola espera aprovechar el descanso para cambiar las cosas, sabiendo que el equipo está pasando apuros tanto en defensa como en el centro del campo, especialmente ante la ausencia de Rodri.
Finalmente, la incertidumbre en torno al futuro de Guardiola, cuyo contrato finaliza en junio, añade más estrés. En plena crisis, el club apuesta por un repunte tras el parón y prevé reforzarse en el mercado de fichajes para intentar recuperar su dinámica habitual y seguir siendo competitivo en todas las competiciones. ¿Está por ver quién sustituirá al actual entrenador o cuándo será renovado?