El camino todavía está plagado de obstáculos, pero finalmente hay una idea clara detrás del juego de Anderlecht. David Hubert ha encontrado una solución al problema de la construcción en el juego, aunque sin duda necesitará más mejoras.
Anderlecht ganó ayer 0-5 en Cercle, la mayor victoria de la temporada. Sin embargo, esto esconde algunos aspectos, porque si el marcador hubiera sido 1-1 o incluso 2-1 en el descanso, nadie habría podido decir nada.
Lo que particularmente complació David Hubertoasí es como Anderlecht pudo manejar la fuerte presión ejercida por el Círculo de Brujas. El técnico es consciente de que sus dos centrales no tienen la capacidad técnica necesaria para iniciar acciones ofensivas desde atrás. Su falta de delicadeza y técnica requiere otro enfoque.
El papel crucial de los laterales
La mayoría de los equipos ahora están presionando mucho a la defensa de Anderlecht, pero Hubert ve esto como una oportunidad. “El primer gol llegó exactamente como trabajamos en el entrenamiento”, explicó el joven entrenador. “Tenemos que perseverar bajo la presión inicial de los flancos. Al atrevernos a jugar a pesar de esta primera línea de presión, abrimos un espacio considerable”.
Los mejores activos de Anderlecht están en los flancos, con jugadores como Sardella, N’Diaye y Edozie capaces de driblar a sus oponentes y jugar verticalmente. La entrada en juego de Amuzu también ha reforzado esta cualidad en ambas bandas. No es casualidad que el primer gol haya llegado por el lado izquierdo, donde Edozie explota los espacios, mientras que Dreyer, menos rápido, lucha por hacer lo mismo en el otro lado.
Stroeykens, el “número 10” que necesitaba Anderlecht
Con Stroeykens, Anderlecht tiene un jugador capaz de transmitir el balón en los espacios abiertos por los laterales. Impresionante su transformación en un auténtico “número 10” con tan solo 20 años. En Neerpede, todo el mundo está comprometido con su desarrollo, porque representa un talento en bruto cuyo potencial aún no se ha aprovechado al máximo.
El objetivo, por tanto, es claro: integrar rápidamente a los laterales en la construcción del juego y confiarles la iniciativa en las acciones ofensivas. Por eso Hubert prefiere sistemáticamente a N’Diaye antes que a Augustinsson. Stroeykens puede entonces recibir el balón y poner en movimiento a sus compañeros.
Un dispositivo que permite a Dolberg tocar más alto
Este esquema también tiene la ventaja de liberar a Dolberg de tareas alternativas. Situado más arriba en el campo, el delantero danés puede centrarse en rematar, como lo demuestran sus ocho goles en cuatro partidos. “La calidad de los centros ha mejorado claramente”, confió ayer Dolberg.
Este es también un aspecto en el que Anderlecht ha trabajado intensamente. El objetivo es colocar el balón entre el portero contrario y la línea defensiva lo antes posible. Edozie y Amuzu hicieron tres de esos cruces contra Cercle. Si Amuzu continúa por este camino, también se convertirá en una parte clave del equipo.
A diferencia del enfoque de Brian Riemer, bajo el liderazgo de Hubert está surgiendo un plan de juego claro. Los jugadores que pueden marcar la diferencia reciben el balón con más frecuencia en áreas donde pueden ser decisivos. Hubert tendrá las próximas dos semanas para añadir más variedad a esta estructura de juego.