Este mensaje, procedente de un individuo israelí, contiene insultos y amenazas de muerte y violación contra la familia del jugador. El autor del mensaje califica a El Ghazi de “terrorista” y llama a la violencia contra sus allegados, demostrando un odio profundo y un extremismo preocupante.
Ante tales ataques, el futbolista optó por no quedarse callado. Publicó el mensaje en su cuenta “X” para denunciar la violencia de las declaraciones y la implacabilidad de la que es víctima por parte de ciertos israelíes. “Este mensaje es uno de los muchos que recibo de estas personas y muestra claramente la forma en que piensan y actúan”, dijo.
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El Ghazi también denuncia el “doble rasero” que prevalece ante tales actos. Afirma que si los papeles se hubieran invertido, con un remitente árabe y un objetivo israelí, el asunto habría provocado un escándalo mediático y político, denunciando el antisemitismo. Sin embargo, señala, cuando los mensajes racistas apuntan a los musulmanes, reina el silencio por parte de los medios y las autoridades.
Despedido del Mainz por apoyar a Palestina, el jugador ganó su caso en los tribunales. El club alemán tuvo que pagarle una indemnización de 1,7 millones de euros. Lejos de alegrarse por esta suma, El Ghazi anunció que donará 500.000 euros a proyectos en favor de los niños de Gaza.
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