Ciertos errores repetitivos del Sporting siguen provocando una creciente frustración entre los aficionados, pero ahora también entre su personal. Desde hace varias temporadas, el equipo parece enfrentarse al mismo problema con un centrocampista demasiado frágil y ligero.
Mientras que otros equipos cuentan con jugadores cada vez más poderosos a quienes no les importa el trabajo físico, Anderlecht tiene que lidiar con mediocampistas que luchan por imponerse. El resultado son pérdidas de balón demasiado frecuentes, contraataques peligrosos y situaciones frustrantes para la defensa.
En el partido contra el Tubize-Braine, un equipo de tercera división, estas deficiencias volvieron a ser claras y visibles. A pesar de la estabilidad de la defensa con Zanka y Simic, Tubize-Braine creó ocasiones tras malos pases y pérdidas de balón en el centro del campo.
Este escenario no es inusual para Anderlecht, pero el hecho de no poder prevenir contraataques, incluso contra un equipo de división inferior, aún plantea dudas. La defensa no pudo hacer frente a todo esto y los centrocampistas Léoni, Verschaeren y Degreef no lograron detener a tiempo los ataques.
Dendoncker en el centro del campo
Para muchos, el problema reside en la elección de jugadores ligeros y técnicos en el centro del campo, que a menudo luchan contra rivales físicamente más fuertes. En partidos donde la superioridad física es importante, esta falta de poder resulta ser un problema importante.
El entrenador David Hubert señaló este problema fundamental después del partido: “Estoy 80% satisfecho. Es bueno que ganemos 0-4, pero les damos la oportunidad de contraatacar con demasiada facilidad. “Primero debemos ser más inteligentes. “Las pérdidas de balón estúpidas siempre conducen a contraataques. Por eso tenemos que posicionarnos mejor y la clave es recuperar el balón lo antes posible”.
Una idea clara, pero el problema parece estructural: no hay los actores adecuados para solucionarlo. La solución quizá ya esté en el regreso de Dendoncker al centro del campo.
Su experiencia y presencia física podrían aportar la estabilidad y fortaleza necesarias al equipo. Para los seguidores, que ya expresan su descontento gritando “Wouter fuera, Fox no es bienvenido”, este podría ser un paso necesario para calmar la situación.