miAl pasar de la Ligue 2 a la National 2, con el abandono del estatus profesional en el proceso, los Girondins han reducido drásticamente su nómina deportiva. La temporada pasada rozó los 20 millones de euros brutos, hoy se sitúa por debajo de los 900.000 euros brutos. Esto sigue siendo alto para la cuarta división, sabiendo que el Burdeos todavía quiere fichar a un atacante de buen nivel. “Sud Ouest” pudo consultar los contratos de los jugadores. Esto es lo que necesita recordar.
1. Seis jugadores con tope salarial mensual… o casi
Como revelan nuestras columnas, el club ha implementado un tope salarial de 5.000 euros brutos al mes. Cinco jugadores alcanzan este tope salarial: Youssouf Assogba (que llega procedente del Amiens en la L2), Amadou Diallo (ex-reserva del Newcastle), Adrien Louveau (de Polonia), Thomas Trazié (libre tras el Beitar Jerusalén) y Cédric Yambéré (llegó procedente de las Islas Feroe). Islas).
Sólo un jugador supera el tope salarial: Travis Mutyaba, el internacional ugandés que jugó la pasada temporada en la primera división egipcia, recibe 5.250 euros al mes. Este excedente compensa un gran gasto que asume el extremo para llegar lo más rápido posible al Gironda desde su país. También tenía derecho a una prima por fichaje de 3.100 euros. Otro fichaje reciente, Safouane Karim (procedente del campeonato holandés) gana 4.350 euros al mes.
La mayoría de estos jugadores salieron de cuatro temporadas con estatus profesional. El reglamento de la Federación impone, por tanto, un salario mínimo de 4.000 euros brutos. El club también se esforzó en jugadores que se suponía que estaban en el equipo típico de Bruno Irles, o casi. Incluso si el tope salarial evita disparidades demasiado grandes.
El caso Andy Carroll
Andy Carroll percibe esta temporada 1.614 euros brutos mensuales, el decimoquinto salario de la plantilla. Recibirá una bonificación de 2.000 euros si alcanza diez goles o asistencias, y luego la misma suma por cada cinco goles adicionales. Podría complementarse con la prestación de desempleo (unos 4.500 euros al mes) gracias a sus cotizaciones pagadas en Amiens. Según varias fuentes, no está inscrito en France Travail y su despido en el club norteño no preveía el pago de parte de su salario. Cabe destacar: la próxima temporada, su contrato prevé una remuneración de 13.000 euros al mes, tanto en N2 como en N1… si todavía está en el club.
2. Bonificaciones siempre diversas y variadas.
Tres jugadores recibirán una prima de asistencia: Driss Trichard, Djibril Diaw (si su contrato acaba siendo aprobado) y Yanis Merdji recibirán respectivamente 25.000, 32.000 y 35.000 euros el 30 de junio si todavía están allí. El club adoptó este método porque el flujo de caja al inicio de la temporada era bajo, a la espera de llegar a un acuerdo para jugar en el Matmut Atlantique. Esto también permite a los jugadores tener derecho a prestaciones por desempleo más altas durante casi un año que si hubieran recibido salarios elevados durante toda la temporada.
Algunos jugadores ofensivos reciben bonificaciones en función de su rendimiento: Andy Carroll y Safouane Karim tendrán derecho a una bonificación de 2.000 euros si alcanzan diez goles o asistencias. Luego la misma cantidad si llegan a 15. Serán 13.000 euros para Mutyaba si marca 13 goles o asiste. En N2, todos los jugadores pueden optar al bono de victoria de 200 euros. En caso de empate no está previsto nada.
Varios elementos, en particular los inicialmente reclutados para la reserva, también ven aumentada su remuneración en función de su tiempo de juego: en N2, 120 euros por permanencia y 90 euros por entrada en juego; en N3, 90 euros por permanencia y 60 euros por entrada en juego. Los contratos no prevén bonificación ética ni bonificación de promoción. La única excepción: Diaw recibirá una bonificación de 57.700 euros en junio de 2026 si sigue en el club y el Burdeos juega en la N1.
3. Dieciséis jugadores entre 1100 y 2000 euros al mes
Además de Carroll (ver al lado), 16 jugadores de la selección absoluta reciben un salario de entre 1.100 y 2.000 euros brutos al mes (a partir del 1 de noviembre, el salario mínimo en Francia aumentará a 1.800 euros brutos). Todos los jugadores involucrados trabajan oficialmente a tiempo parcial, 21 horas por semana. Esto les da la posibilidad, si lo desean, de encontrar otro empleo, siempre que la jornada laboral semanal no supere las 44 horas. A priori nadie lo usa.
Es difícil, cuando se gana 858 euros netos (el umbral de pobreza está fijado en 1.216 euros), pagar el alquiler. En el antiguo centro de entrenamiento se encuentran alojados varios jugadores. Otros pueden quedarse con sus padres o provenir de familias adineradas que pueden ayudarlos.
Finalmente, quedan aquellos que sólo tienen licencia de aficionado, sin contrato federal. No le cuestan salario al club pero reciben sus derechos de desempleo. Émeric Depussay, cuyo contrato profesional fue rescindido el pasado verano, está en este caso. Al igual que muchos otros jugadores de reserva.