Carey Price y su familia olvidadas

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Geoff Molson se encuentra en el centro de las críticas esta mañana después de que Carey Price y su familia fueran completamente ignorados en las celebraciones previas al juego de los Montreal Canadiens.

Los aficionados sólo se enteraron de la presencia del ex portero estrella en el edificio cuando se publicó una foto de su familia en las redes sociales, lo que provocó una ola de descontento.

El enojo de los fanáticos es evidente en las redes sociales, y muchos creen que Price merecía al menos una breve aparición en el Jumbotron, especialmente cuando sabemos que Chris Nilan y Madame Béliveau aparecieron.

En las redes sociales se comparten los comentarios.

Algunos creen que es hora de pasar página:

“Recibió su gran ovación hace dos años. »

Otros expresan su frustración:

“He estado esperando este momento toda la noche. »

Para muchos, esto es una señal de que la organización busca alejarse de la era Price, para dar espacio a los jugadores jóvenes, en particular a Samuel Montembeault, que brilló frente a la red anoche.

Podemos entender el deseo de Geoff Molson de mirar hacia el futuro y no mirar constantemente hacia atrás al glorioso pasado de Price, que no ha jugado un partido desde 2022.

La decisión de no mostrarlo también podría estar relacionada con directivas de la NHL, que estaban descontentas con el retraso en una ceremonia pasada debido a la larga ovación brindada a Price.

Pero esta ausencia dejó un sabor amargo a quienes esperaban ver a su héroe por última vez.

Más allá de la controversia, está claro que los canadienses buscan redefinir su identidad. La transición de la vieja guardia a la nueva generación está en marcha y para Molson es fundamental no dejar que la sombra del pasado reste valor a la dinámica actual del equipo.

Pero viendo las reacciones en las redes sociales, a muchos seguidores les cuesta pasar página con tanta facilidad.

En el centro de la controversia en torno a la ausencia de Carey Price en las celebraciones previas al partido, surge una pregunta candente: ¿Geoff Molson está cansado de pagar tanto dinero por un portero que lleva mucho tiempo retirado?

Después de todo, Price sigue estando en la lista de lesionados a largo plazo (LTIR), y sus $10.5 millones por año pesan mucho en la nómina de los Canadiens.

¿Molson esperaba secretamente que Price le diera un impulso al retirarse anticipadamente? Con dos millones, el ex portero podría haber ayudado mucho a la organización.

Pero Carey Price se niega categóricamente a renunciar a los pagos finales de su contrato.

Firmado el 2 de julio de 2017 por ocho años, el contrato de Price le garantiza un total de $84 millones hasta 2026, y está decidido a ganar cada centavo.

En 2024-2025, llegará al séptimo año de este gigantesco acuerdo, sabiendo que le quedarán 7,5 millones de dólares en su bolsillo en 2025-2026, la mayor parte de los cuales serán un bono por firmar (5,5 millones de dólares).

Para el veterano, no se trata de dejar dinero sobre la mesa o hacerle un favor al dueño de los Canadiens, a pesar de las críticas de algunos fanáticos que creen que podría haber ayudado al equipo retirándose. .

¿Por qué Price se privaría de los últimos dos millones de dólares, incluso después de haber recaudado ya 82 millones? Esta cantidad puede parecer insignificante en comparación con el resto de su contrato, pero para él es una cuestión de principios y derechos contractuales.

Como ha demostrado a lo largo de su carrera, Price no es alguien que se rinde bajo presión, y esta situación no es una excepción.

Las repercusiones de su decisión para el equipo no son despreciables. Si Price decidiera retirarse antes de la temporada 2025-2026 después de embolsarse su bono de 5,5 millones de dólares, el canadiense podría superar el tope salarial en un 10% durante la temporada baja y luego retirar los 10,5 millones de dólares que su contrato ocupa en la nómina, proporcionando así una valiosa flexibilidad financiera a la organización.

Sin embargo, al continuar en el LTIR, estas posibilidades desaparecen, lo que obliga al CH a hacer malabarismos con un espacio salarial limitado.

Algunos dirán que la negativa de Price a colgar oficialmente los patines es una carga económica para el canadiense, un obstáculo para la recuperación completa del equipo.

Otros, por el contrario, lo verán como un gesto legítimo por parte de un deportista que simplemente desea honrar el contrato que firmó, aquel que lo dio todo por la organización.

De todos modos, Molson y los líderes de los Canadiens tendrán que encontrar formas creativas de superar esta restricción salarial, sabiendo que Carey Price está interesado en estos dos millones de dólares.

Al final, la postura de Carey Price es clara: no tiene intención de ceder ni un ápice en los pagos finales de su contrato, independientemente de las consecuencias para el canadiense.

Esta negativa categórica obliga a Geoff Molson a afrontar una realidad frustrante, la de ver una parte importante de su nómina inmovilizada por un jugador que nunca más volverá a vestir el uniforme.

Para Molson, es un duro recordatorio de que incluso las leyendas tienen un precio y que las decisiones de Marc Bergevin todavía le duelen.

Si el canadiense realmente quiere pasar página, tendrá que hacerlo llevando esta carga hasta el final, porque el “Príncipe de Vancouver” no renunciará a lo que por derecho le pertenece.

Y esa no es razón para no honrarlo a él y a su familia.

El dinero es una cosa. El respeto es otra.

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