XV de Francia – Quince años de “Jiff”: la revolución francesa

XV de Francia – Quince años de “Jiff”: la revolución francesa
XV de Francia – Quince años de “Jiff”: la revolución francesa
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Las cuotas para los jugadores procedentes de programas de formación, introducidas a principios de la temporada 2009-2010, han sido objeto de críticas durante mucho tiempo. Pero, diez años y medio después, hay unanimidad: el rugby francés ha ganado en todos los ámbitos.

Desde hace una década, el rugby francés vive una pequeña edad de oro: su formación nunca ha producido tanto talento, los sub-20 han ganado el Grial tres veces, la generación Dupont tenía todo lo que necesitaba para hacer lo mismo, Europa vuelve a estar a merced de sus clubes estrella… En el origen de este auge encontramos una reforma que ha sido criticada durante mucho tiempo, debatida pero hoy alabada por todos: las cuotas Jiff, cuyo 15º aniversario se celebró este año.

En abril de 2009, se produjo una revolución palaciega en las oficinas de la Liga Nacional de Rugby. En medio de toda una serie de medidas destinadas a homogeneizar la competición (introducción de play-offs, implementación de un tope salarial), se pusieron sobre la mesa cuotas para “jugadores de cursos de formación”. A partir de la temporada siguiente, cada club debía tener un 40% de jugadores “Jiff” en su plantilla, sabiendo que para ser considerado como tal, había que o bien tener una licencia FFR de cinco años antes de los 21 años o haber pasado tres temporadas en un centro de formación. Siete meses después, el organismo dio marcha atrás ligeramente al reducir la cuota en cuestión del 50% al 40%. Pero la historia estaba en marcha, aunque dirigentes influyentes intentaron oponerse. El sistema inicial había suscitado la oposición de equipos con un gran contingente de jugadores extranjeros que no cumplían las condiciones del Jiff, empezando por Racing-Métro.

En noviembre de 2009, el club parisino -cuya plantilla estaba formada por 23 jugadores nacidos en el extranjero de 38 elementos- presentó una queja ante la Comisión Europea, argumentando que estas disposiciones violaban “socava gravemente el derecho comunitario de la competencia”. Otras voces se oirán para impugnar la medida y esto continuará durante varios años. El presidente del Stade Toulousain, René Bouscatel, había mencionado así:Dos razones” Para justificar su oposición al nuevo sistema: “La primera es una cuestión de principios, Reaccionó en 2013. Filosóficamente, estoy en contra de cualquier política de cuotas. Soy liberal y creo que cada club debería poder organizarse como quiera. La segunda es que temo un efecto dominó. Si obligamos a todos los clubes a alinearse, nos exponemos a una inflación excesiva de los salarios de los jiffs, y especialmente de los mejores. No estoy en contra del principio de los jiffs, lo encuentro totalmente loable, al contrario, pero más bien destaco sus efectos perversos.

Bouscatel finalmente cedió

Quince años después, los Jiffs han recorrido un largo camino y nadie se atreve a cuestionar su aplicación ni sus beneficios. En las columnas de Midi Olympique, en julio de 2022, René Bouscatel, ahora presidente de la LNR, había destacado los méritos de las decisiones de 2009: “Hemos visto el éxito deportivo de este magnífico Grand Slam. Me parece que se debe en gran medida al trabajo realizado previamente por mis predecesores en torno a la política del “Jiff”. El tiempo ha hecho su trabajo. Las cifras hablan por sí solas: entre 2009-2010 y esta temporada, en la plantilla había 15,8 jugadores de otras nacionalidades frente a 11,2 no Jiffs; en las planillas de partidos había 13,2 Jiffs de media hace diez años frente a 17,05 actualmente.

Los franceses, jóvenes o veteranos, juegan más y, lógicamente, progresan. ¿Básico, dice usted? Sin embargo, hizo falta un poco de coraje e inventiva para llevar a cabo semejante plan. Algunos aguafiestas deplorarán que se haya burlado la regla con el reclutamiento de jóvenes extranjeros “programados” para convertirse en Jiff (actualmente hay 38). Podemos replicar que el fenómeno sigue siendo marginal (menos de tres jugadores por club en promedio) y que, en cierto sentido, ha permitido ver a Emmanuel Meafou –a la espera de otros ejemplares– con la camiseta tricolor…

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