Es como si algo se hubiera roto durante la Eurocopa. El hasta entonces líder indiscutible de la selección francesa, Antoine Griezmann, vio su estatus cambiar este verano en Alemania. Sufrido tanto física como técnicamente, rebotando de una posición a otra, mucho menos influyente en el juego de su equipo, el campeón del mundo de 2018 tuvo un torneo complicado. Ni siquiera fue titular en la semifinal perdida ante España (2-1), ya no es, a sus 33 años, el jugador que fue durante tanto tiempo una de las piezas clave de Didier Deschamps.
El viernes, en el partido de vuelta de los Blues contra Italia en el Parque de los Príncipes en la Liga de las Naciones, debía sentarse de nuevo en el banquillo, antes de que la baja de Randal Kolo Muani, que se encontraba enfermo, le diera finalmente un puesto de titular. Su posición axial, apoyando a Kylian Mbappé, debía permitirle recuperar su forma. Pero nunca encontró el ritmo adecuado. Sin embargo, es ahí donde se siente más realizado, como repitió en una entrevista concedida a Telepié tras el revés sufrido ante la Nazionale (1-3).
Griezmann no se ve frenando a los Blues
“¿Mi mejor posición? Para mí siempre ha sido en el centro, esa sensación de libertad. Necesito eso para sentirme bien mentalmente. Mi juego pasa mucho por mi cabeza, por mi mente. Si estoy feliz, todo está bien. Si tengo dudas y preguntas, se nota enseguida. Eso es lo que pasó en la Eurocopa. Tengo que ser libre en mi cabeza, feliz y estar en el centro del juego para disfrutar de mí mismo y de los demás”, confiesa, como si quisiera enviarle un mensaje a su entrenador.
Durante esta entrevista, el Colchonero también volvió a hablar de su “complicada” Eurocopa. “Fueron muchos cambios de posición y de táctica, tuvimos que lidiar con ello. Había hecho mi preparación con el Atlético para llegar bien físicamente. Si logro marcar estos dos goles contra Holanda, creo que mi Eurocopa es diferente. ¿Me molestó cambiar de posición? No cuando estaba en el campo, pero sí contra Polonia y España cuando no jugaba. Fueron decisiones tácticas, hay que respetarlas, aunque estés enfadado. Es el equipo por encima de todo. Pero no fue mi mejor competición”, admitió, ya con la vista puesta en el Mundial de 2026.
“Quiero seguir jugando, representar a Francia, luego será Deschamps el que tendrá que elegir”, y ya tendrá que tomar decisiones el lunes para la reacción esperada contra Bélgica, en Lyon (20h45), siempre en la Liga de Naciones.
Artículo original publicado en RMC Sport
