El Jardín de las Tullerías se quedará pronto sin el pebetero olímpico. Instalado junto al Museo del Louvre desde el inicio de los Juegos Olímpicos de París, la llama olímpica se apagará este domingo 8 de septiembre durante la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos. Para inmortalizar los últimos momentos del pebetero encendido, parisinos y turistas acudieron en gran número para hacerse una última foto delante de la instalación.
“Seguirá siendo un evento que sólo se puede vivir una vez en la vida y eso es lo que lo hace tan hermoso”, dijo a BFMTV un turista que estaba en la capital para disfrutar de la emoción de los Juegos. “Fue una gran fiesta, dará una nueva perspectiva sobre los Juegos Paralímpicos”, agregó otro visitante.
La emoción aún presente
Para los voluntarios que participaron en la organización del evento, la emoción estaba a flor de piel. “Todo tiene un final… Fue una gran experiencia, quedará como un muy buen recuerdo que guardaremos como un tesoro”, dice una voluntaria con un nudo en la garganta.
Para los colegios de toda Francia, estos Juegos Paralímpicos han sido una oportunidad para realizar excursiones escolares y descubrir las pruebas. “Hemos visto los Juegos Paralímpicos de Judo, hemos subido a la Torre Eiffel y ahora vamos a hacer una búsqueda del tesoro”, explica un alumno de la cuenca de Arcachon.
La conservación del pebetero olímpico es deseada por muchos parisinos y por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. A principios de agosto, Emmanuel Macron, responsable de la decisión como jefe de Estado, dijo que estaba “pensando” sobre este tema: “Todo esto lo estudiaremos en su momento, por supuesto con análisis técnicos, de viabilidad y de perspectiva, porque debemos preservar la visión histórica de París. Pero creo que, en cualquier caso, hoy en día hace soñar a mucha gente”, declaró.
Artículo original publicado en RMC Sport
