Fabrice Moragado ya había advertido: “Podemos ir a por la medalla de oro con el público y para el público. ¡Y para vengar a los que no tienen discapacidad!”, había añadido. ¿Se refería al equipo de Thierry Henry, que sólo había conseguido la plata en la final del torneo olímpico de fútbol? En cualquier caso, los futbolistas paralímpicos lo hicieron mejor que los que no tienen discapacidad. ¡Los azules del fútbol para ciegos ganaron el título olímpico! ¡Y ante una multitud enardecida! Un estadio lleno y banderas tricolores en las gradas.
La hazaña es aún más loable porque el entrenador francés, Toussaint Akpweh, había subrayado la dificultad de enfrentar a Argentina en la final. “Es un equipo duro, muy sólido defensivamente y tiene cierta astucia en su forma de jugar. Sabe cómo hacer entrar en ritmo a jugadores tranquilos”. Los franceses no cayeron en la trampa.
Tras vencer a Brasil en semifinales gracias al único gol de Frédéric Villeroux, los Bleus pudieron permitirse soñar. A sus 41 años, el capitán de los Bleus es como su equipo. Un cuarentón en la flor de la edad, como Hakim Arezki, Khalifa Youmé, Tidiane Diakité, todos ellos que ponen en apuros incluso a los jugadores más veteranos. Brasil fue, de hecho, el ganador indiscutible de todos los torneos olímpicos hasta la fecha. Argentina, la otra nación fuerte en esta edición de París 2024, es la vigente campeona del mundo. Y, como Brasil, cuenta con una selección formada por jugadores profesionales…
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