París-Niza, Lieja-Bastoña-Lieja, el Giro y el Dauphiné al final: durante los últimos meses de su carrera, Romain Bardet prevé competir “sólo en las carreras” que le “encantan”, pero con la ambición también de brillar antes. colgar tu bicicleta.
“Estoy muy contento con mi programa. Son sólo carreras que quiero hacer, que me encantan”, explicó el lunes a la AFP el escalador de Auvernia, de 34 años, desde su lugar de entrenamiento. en Calpe, en el sureste de España, donde lleva más de diez años preparando sus temporadas.
Este año, el corredor del equipo Picnic (ex-DSM), que anunció antes del último Tour de Francia que pondría fin a su carrera en junio en el Critérium du Dauphiné, estará alejado de su familia durante muchas semanas. una obligación que le pesa cada vez más pero que sabe que es esencial para seguir siendo eficiente.
“Todavía voy a pasar más días entrenando que compitiendo, pero si quiero terminar en un muy buen nivel físico, sé que lo voy a lograr. Son apenas 30 días en casa en seis meses, pero eso es todo. “Es la última vez, así que será más fácil”, afirmó.
Después de una salida en el Tour de l’Algarve (19-23 de febrero) y las Boucles Drôme-Ardèche, Bardet continuará con la París-Niza en marzo, la Lieja-Bastogne-Lieja en abril, donde acabó segundo detrás de Tadej Pogacar en 2024. el Giro en mayo, y el Dauphiné, su “carrera favorita con la Vuelta a Lombardía”, en junio.
En la Vuelta a Italia espera conseguir por fin esta victoria de etapa que le falta para completar su colección en las Grandes Vueltas.
“Quiero hacer un buen Giro porque es la génesis de lo que me impulsó a seguir. Logré quedar segundo (en una etapa) en cada una de las tres veces que participé. Me gustaría, aunque esta vez caiga del lado derecho”.
“Jugar de general ya no soy capaz de hacerlo. Ya en el último Tour de Francia, si lo hubiera jugado al 100%, podría haber esperado hacer entre 8 y 12 como mucho”, añade
En 2025, cuando el Tour de Francia pase “a 150/200 metros” de su casa en Auvernia, ya no estará en bicicleta sino al borde de la carretera, “apoyándola” con “un montón de amigos” alrededor de una “ gran barbacoa”.
Luego llega el momento de las vacaciones “con deporte, amigos, veladas y fiestas”, y luego vuelve a entrenar en agosto para preparar el Mundial de Gravel, ya que ha decidido alargar un poco la aventura a través de esta disciplina ciclista que “servirá también como un poco un aterrizaje para él en términos emocionales y sobre todo en términos de endorfinas”.
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