Mallia recuerda su adaptación a Toulouse: “Ni siquiera sabía saludar en francés”

Mallia recuerda su adaptación a Toulouse: “Ni siquiera sabía saludar en francés”
Descriptive text here
-

Recomendado por Mario Ledesma, entonces entrenador de Pumas, Juan Cruz Mallia ingresó a las filas del Stade Toulousain en enero de 2021 como bromista médico. Tenía 24 años y llegaba procedente de los Jaguares, franquicia argentina de Super Rugby cuya trayectoria quedó destrozada por la pandemia de Covid-19. De Toulouse no sabía nada, excepto su reputación como club que practicaba “Bonito rugby, con mucho juego de manos”.

Sin embargo, no tardó mucho en mimetizarse con el paisaje. Menos de cinco meses después de su llegada, fue titular en la final de la Copa de Campeones, luego en el Top 14 y ganó sus dos primeros trofeos.

“¿Cómo se explica una adaptación tan rápida?
Esto es algo que ni siquiera podía imaginar en mis sueños. Creo que me ayudó el hecho de que me lesioné rápidamente un dedo y tuve que estar alejado del campo durante dos meses. Aproveché para aprender el idioma, porque ni siquiera sabía saludar en francés. También observé mucho a mis compañeros en los entrenamientos, lo que me permitió entender bien la filosofía de juego del equipo y no perderme cuando me reincorporé al grupo.

Saber jugar desordenadamente no se aprende de la noche a la mañana…
No me atrevería a decir que es fácil, pero como es un juego que vivimos cada día en los entrenamientos, acabamos dominándolo. Después de un tiempo, cuando entras al campo, es como si encajas en un molde. Cumples con el juego jugado y te “comes” la filosofía del club. No se trata de jugar por jugar. Cuando no hay espacio, no estamos locos, pisamos como todos. Pero digamos que aquí buscaremos más que en otros lugares el más mínimo espacio entre las líneas opuestas. Y si terminamos encontrando uno, lo atacaremos inmediatamente.

¿Es más fácil adaptarse al juego del Toulouse cuando puedes jugar en varias posiciones, como tú?
Digamos que jugar en todas partes te permite comprender mejor el juego de los que te rodean. Cuando juego de banda, por ejemplo, sé exactamente lo que me va a pedir mi lateral porque a veces juego en su lugar.

“Aquí nunca más les diremos que no lo hagan. Al contrario, siempre os animamos a atreveros”

Saber que tus entrenadores no te despedirán después de una iniciativa desafortunada también ayuda a generar confianza, ¿verdad?
Sí, esa es la gran diferencia con el rugby que conocí en Argentina. Allí el error se trata con más dureza que aquí. Cuando cometes un error, te hacemos entender que no tienes interés en volver a intentarlo. Aquí nadie te dirá jamás que no lo vuelvas a hacer. Al contrario, siempre te animamos a que te atrevas. Simplemente vamos a ayudarte a corregir tu error para que no lo vuelvas a cometer el día que vuelvas a tomar la misma iniciativa. Si surge de un problema técnico, le pediremos que practique algunas habilidades en el entrenamiento para solucionarlo. Y si se trata de una mala elección, los entrenadores vendrán a hablar contigo para ayudarte a encontrar una mejor solución la próxima vez.

¿Su integración también fue facilitada por la presencia a su lado de su compatriota y compañero Santiago Chocobares?
Sin ninguna duda. Al principio, cuando entras en un vestuario donde nadie habla tu idioma, te dices que es así, que seguirá funcionando. Y entonces llega Santiago y te dices que aún es mejor tener con quién hablar. Hoy nos hemos convertido en una familia, comemos juntos, hablamos, nos ayudamos unos a otros. Es muy bueno tener un amigo argentino. »

-

PREV Análisis independiente de las medidas anti-covid
NEXT EL SUPLEMENTO DEL SÁBADO La salud mental de los jóvenes, las dificultades de atención Y El calvario de los inmigrantes subsaharianos en Túnez