Literalmente morir de calor…

Literalmente morir de calor…
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Si nuestro cuerpo es sensible al frío extremo, son las olas de calor extremas las que pueden resultar fatales, especialmente si van acompañadas de una alta humedad.

Este artículo procede de la revista Les Indispensables de Sciences et Avenir n°216 de abril/junio de 2024.

Mi reuma comienza de nuevo: ¡va a llover! “Este tipo de interpretación popular no tiene base científica, dice Christian Jorgensen, profesor de reumatología en el Hospital Universitario de Montpellier. Otros invocarán el calor o el frío. Ningún estudio sólido relaciona el clima con los ataques de osteoartritis. Quizás la gente esté simplemente más sombríos cuando llueve, menos móviles, más concentrados en su dolor”. En el campo de investigación de este experto, sólo una enfermedad inflamatoria que afecta a los vasos sanguíneos, la vasculitis, tiene una relación demostrada con el frío. Sería sensible a los gérmenes implicados en patologías otorrinolaringológicas.

De hecho, no tenemos frío.

Porque si el resfriado es un reconocido estimulante de las células sanguíneas y de la inmunidad, también es el gran amigo de los microbios, propagadores de la gripe, la amigdalitis, la bronquiolitis y ahora el Covid-19. Tienen el arte de invitarse a la más mínima corriente de aire en un hermoso día helado. De hecho, no tenemos frío, pero “virus sobrevivir más tiempo en aire seco y frío. Se reproducen bien y hay más circulando”., explica Isabella Annesi-Maesano, profesora de epidemiología ambiental. De más, “El aire seco del invierno irrita las mucosas y las hace más susceptibles a las infecciones”. Hay además otros factores de propagación: el confinamiento en viviendas insuficientemente ventiladas o incluso la contaminación atmosférica, que también ataca las mucosas.

“En salud respiratoria, se han destacado correlaciones con variables meteorológicas. En caso de tormenta, por ejemplo, para patologías como el neumotórax, que puede estar relacionado con la caída repentina de la presión atmosférica, o para un ataque de tipo asma. que llamamos “asma de tormenta”. La niebla también tiene un impacto en la[…]

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